La temporada de lluvias no tiene por qué poner fin a tus aventuras ni traslados en bicicleta. Simplemente, hay que tomar algunas medidas y hacerse de algo de equipo básico para continuar gozando de la bicicleta.
En este artículo te comparto algunos consejos para preparar y mantener tu bicicleta durante la temporada de lluvias. En esta ocasión me centraré exclusivamente en la preparación de la bicicleta. Alternativamente, aquí te comparto 10 consejos para pedalear en la lluvia, en donde se tocan temas de conducción y la vestimenta adecuada.
1. Limpia y lubrica tu bicicleta
Mi primera recomendación es procurar tener una bicicleta limpia y bien lubricada. Esto es algo que hay que tomar en cuenta a lo largo de todo el año, pero durante la temporada de lluvias cobra mayor importancia.
¿Pero, qué es una lubricación adecuada? Es cuando cada componente tiene el tipo y cantidad de lubricante necesario. Toma en cuenta que existen lubricantes para cadena específicamente diseñados para condiciones húmedas. Si bien no es obligatorio que lo uses, su ventaja es que son más resistentes al agua, permitiéndote más kilómetros por cada aplicación.
Otra razón importante de mantener una buena lubricación, es que estos no solo tienen la función de reducir la fricción entre las partes que tienen contacto. Además, juegan un papel muy importante para repeler y reducir la penetración del agua y suciedad en los rodamientos.
Para mantener la bicicleta limpia no siempre será necesario un lavado a fondo. Lo que sí es importante, durante la temporada de lluvias es, por lo menos, procurar secar la bicicleta después cada rodada o al finalizar el día si la usas como medio de transporte.
En mi caso, cuando uso la bici en la ciudad, basta con pasarle un trapo para secar muy bien la bicicleta y otro trapo que uso exclusivamente para secar la cadena. En cambio, cuando salgo al bosque y la bicicleta está llena de lodo, utilizo algún cepillo y un rociador a presión para darle una lavada rápida y después seco la bici después de cada salida. El fin de semana, procuro darle una lavada más profunda para comenzar la semana con la bici perfectamente limpia.
2. Busca señales de desgaste
Idealmente, deberías realizar una inspección rápida cada que te subes a la bicicleta o por lo menos aprovechar cuando la limpias para realizar una inspección general. La idea es buscar e identificar señales de desgaste o problemas de ajuste anticipadamente y así poder dar mantenimiento de forma oportuna.
Como ya lo mencioné, durante la temporada de lluvias, el desgaste de las partes con fricción se acelera. En estas condiciones, los sistemas más expuestos son la transmisión y los frenos. En este caso, además de la limpieza (y lubricación en caso de la cadena) es muy recomendable monitorear el desgaste de estos dos sistemas.
Por lo tanto, si usas la bicicleta con frecuencia, considero indispensable contar un medidor de desgaste de cadena y familiarizarte con tu sistema de frenos para poder estar al pendiente del desgaste. Otra buena idea es tener una cadena y un juego de pastillas de freno a la mano. Personalmente, me gusta comenzar la temporada de lluvias con una cadena y pastillas de freno nuevas o con muy poco desgaste.
Al limpiar la bicicleta también puedes aprovechar para revisar otros puntos en busca de desgaste, como son el cableado, tanto de frenos como de cambios, radios (o rayos) y neumáticos. Si detectas cualquier rechinido o ruido extraño, procura identificarlo y atenderlo antes de que se convierta en un problema.
3. Revisa tus neumáticos
Las características de los neumáticos juegan un papel muy importante en la tracción y control de la bicicleta. Lo ideal sería cambiar las cubiertas a unas que cuenten con las características que mejor se ajusten a las condiciones de uso. Si consideras que no es necesario cambiar las cubiertas, es recomendable que por lo menos te cerciores que el dibujo se encuentra en buen estado y que ofrezcan un agarre adecuado.
Un consejo para mejorar el agarre en condiciones mojadas es ajustar la presión de tus neumáticos. El disminuir la presión de los neumáticos permite una mayor deformación de la superficie de rodamiento, incrementando el área de contacto y, por lo tanto, mejorando la tracción.
El qué tanto las puedes bajar dependerá de las características de tus cubiertas y de si utilizas cámara o sistema tubeless. Generalmente, se especifica el rango de presión recomendado en los costados de la cubierta, ya sea expresado en PSI, Bar o ambos.
4. Instala salpicaderas
Las salpicaderas, también conocidas como guardafangos o guardabarros, ofrecen protección contra salpicaduras del camino y son más útiles en algunos escenarios que en otros. Por ejemplo, si utilizas la bicicleta como medio de transporte, yo diría que son un accesorio esencial. A nadie le gusta llegar a su destino con la espalda empapada y sucia.
Sin importar el tipo de ciclismo o el tipo de bicicleta que tengas, hoy en día el mercado nos ofrece un universo de opciones, para gran variedad de situaciones. Podrás encontrar salpicaderas para las bicicletas urbanas, que ya mencioné, pasando por las bicicletas de gravel, de cicloturismo, hasta las de montaña y ruta.
Existen salpicaderas permanentes, que ofrecen la mejor protección. Sin embargo, estas no siempre son la mejor opción, especialmente si sueles usar la bicicleta en terrenos fangosos. En estos casos puedes optar por algún modelo que ofrezca más espacio para evitar acumulación de lodo y que puedas quitar y poner en pocos minutos y sin necesidad de herramientas.
En lo personal estoy muy contento con la Win Wing de Ass Saver instalada en mi bicicleta de gravel. Es una alternativa muy sencilla y relativamente económica, que puedo instalar en segundos. Hace muy bien trabajo manteniendo la espalda relativamente seca (cuando no está lloviendo) y limpia. Y si el camino se pone extremadamente fangoso, puedo ajustar la posición o incluso quitarla si el lodo es demasiado pegajoso y se atasca.
5. Equipamiento adicional
Existen algunas otras en las que puedes preparar la bicicleta dependiendo de tus circunstancias. Si planeas un viaje o utilizas la bicicleta para moverte en la ciudad, sería recomendable equiparte con un juego de alforjas impermeables.
Si no requieres tanto espacio, puedes hacerte de alguna bolsa de cuadro o manillar que te permita mantener tus artículos esenciales secos. En casos cuando solamente me importa mantener seca la cartera y el teléfono suelo usar una bolsa pequeña como la Smuggler de Orucase.
Estoy seguro de que ya lo has escuchado cientos de veces, pero no está de más recordar la importancia de mantenerte visible. Si aún no lo has hecho, te recomiendo hacerte de un buen juego de luces resistentes al agua. Aquí te dejo una selección de luces para distintas situaciones.
Poniendo estos consejos en práctica
Si ya llevas años en esto de la bici, muy probablemente te parezcan obvios estos consejos. Por otro lado, si apenas inicias algunas de estas recomendaciones o el conjunto de ellas pueda resultar abrumador. No negaré que pueden parecer muchas cosas para hacerlas de una sola vez. Por eso te sugiero que más bien las incorpores a tu rutina.
La limpieza, lubricación e inspección periódicas son importantes a lo largo de todo el año y te permiten familiarizarte con tu bicicleta y a reconocer el desgaste normal de tu bicicleta y a actuar antes de que se generen daños costosos de solucionar.