Aprende a usar tus frenos al practicar ciclismo de montaña

Cuando empezamos en el ciclismo de montaña es común que nos digan que jamás toquemos el freno delantero y que le demos preferencia al trasero. La razón de este consejo es solo para prevenir accidentes de principiante al bloquear totalmente la bicicleta y salir disparados sobre el manubrio. En el mundo del ciclismo, a este tipo de accidentes se le conoce como OTH (over the handlerbar).

Sin embargo, vale más corregir este «tip» lo más pronto posible. Si toda la vida frenamos de esta manera el resultado será que la llanta trasera se trabe completamente lo que causa erosión en los trails, hasta lograr marcar una zanja en forma de “V”. Si quieres ser un mejor ciclista de montaña es importante dominar el uso de los frenos delanteros como los traseros.

Su uso debe ser de manera dosificada, para evitar el bloqueo total de la bicicleta. En plano, puede no suceder nada si la bici se bloquea en su totalidad; pero si te encuentras en un descenso, puede costarte un gran accidente. Las ruedas, al ser bloqueadas por completo, perderán el control en la dirección e incluso en la tracción.

Uso del freno delantero

Palancas de frenos

El freno delantero se encarga de un 65%- 75% del trabajo de detener la bicicleta ya que este detiene la inercia de la bicicleta. Es muy importante evitar presionarlo completamente, ya que bloqueara al instante la rueda delantera, más si usas frenos de disco hidráulicos, ya que estos son aún más sensibles. El 99% de los casos en los que se bloquea la rueda delantera terminan en caída e incluso en vuelos sobre el manubrio. Esto es más peligroso si estás sobre una cuesta pronunciada con mucha inclinación.

Como verás, el uso del freno delantero no es cuestión de juego. Te recomendamos practicar y conocer las características de frenado de tu bicicleta. Prueba primero abajo de la bicicleta, colócate al lado de ella, y con ambas manos en los frenos avanza un poco y prueba el freno delantero. Ve dosificando la fuerza hasta bloquearla totalmente. Notarás, que al bloquear totalmente, de inmediato la bici se levanta de la parte de atrás.

Haz ejercicios sobre la bicicleta en plano. De igual manera ve dosificando el freno, recuerda que no es la misma fuerza la que te pide una palanca de un freno mecánico a uno hidráulico.

Freno delantero y centro de gravedad

Hay que recordar que cuando se acciona el freno delantero en un sitio plano, la suspensión delantera se comprime. Esto logra que el centro de gravedad de la bicicleta se mueva hacia enfrente.

De la misma forma cuando se está en un descenso y se activa el freno delantero en la pendiente, el centro de gravedad se desplaza hacia adelante con la compresión de la horquilla.

El centro de gravedad de la bicicleta se ubica aproximadamente a la altura del sillín, por ello hay que tener en mente que este movimiento tan natural de la bicicleta interferirá en nuestro manejo de bicicleta y en nuestra forma de frenar.

Si te encuentras frenando con la llanta delantera en una pendiente el centro de gravedad se encontrará más alto de lo normal y si nuestro cuerpo no se encuentra en la posición adecuada existe mayor probabilidad de que la bicicleta te aviente hacia adelante.

Por ello es recomendable que al aplicar el freno delantero cargues tu peso hacia atrás. Esto se consigue aplicando la posición de ataque sobre nuestros pedales y empujando el cuerpo hacia atrás del sillín, de esta manera será más difícil que se eleve la llanta trasera y evitar perder el control de la bicicleta.

Uso del freno trasero

Frenos bici de montaña

El freno trasero se encarga de ajustar o corrige la frenada. Su trabajo es detener el porcentaje restante, entre 30%- 40%. Se usa para disminuir la velocidad y ayuda a controlar el movimiento de la bicicleta, logrando una sensación de seguridad y eficiencia al usarlo.

No se trata de usar únicamente el freno trasero. Abusar del freno trasero puede provocar que la rueda trasera pierda tracción y por lo tanto el control de la bicicleta. Esto puede terminar en una caída de costado. Además, como ya se mencionó al comienzo, utilizarlo de más ocasionará daño a los senderos.

En bajadas prolongadas se debe alternar el uso del freno delantero y el trasero dependiendo de la situación u obstáculo. Esto evitará que tus manos se cansen.

Recuerda que hay que frenar de manera progresiva. Practica con tu bicicleta y ve cómo se mueve tu bicicleta, como controlas o pierdes el control al usar los frenos. Entre más conozcas a tu bicicleta mejorarás tu técnica.

Mantén el control de tu velocidad

La estrategia de frenado para controlar la velocidad y evitar perder el control es accionar los frenos uno y uno en impulsos cortos mientras se pedalea. Esto logrará reducir la velocidad pero no mucho y seguir manteniendo el flow o impulso.

Al aprender a usar tus frenos en diferentes situaciones te permitirá superar mejor los obstáculos con mayor seguridad y confianza.