Ya sea que la llevemos a un taller o que nosotros mismos lo hagamos, un servicio periódico a nuestra bicicleta es de vital importancia. El mantener nuestra bici en buen estado mecánico nos ayudará a prolongar su vida útil, nos ahorrará algo de dinero y disfrutaremos más cada viaje.
A continuación te compartimos cuatro acciones que puedes hacer para ayudar a mantener tu bicicleta en buen estado sin necesidad de saber de mecánica.
1. Cadena demasiado sucia
Generalmente una bicicleta llega al taller con la cadena de transmisión seca, sin una gota de aceite o cubierta con capas y capas de una mezcla de aceite, polvo y demás residuos del camino.
En el primer caso es fácil de solucionar. Sin embargo, el segundo caso puede ser toda una pesadilla, no porque sea difícil de atender, sino porque consume tiempo el solucionarlo. Normalmente una cadena atrapa mugre en exceso cuando se aplica aceite en partes en las que no es necesario o cuando se aplica en una cadena sucia sin antes haberla limpiado.
Para evitar que tu cadena atrape mugre de más:
- Aplica lubricante únicamente en las partes con fricción.
- Permite que el aceite penetre en los rodillos y deja que se asiente por unos minutos antes de salir a rodar.
- Retira el exceso de aceite con un trapo.
- Se recomienda que después del primer uso (después de que fue lubricada) se le dé otra pasada con el trapo para limpiar el exceso de aceite.
- Lubrica tu cadena sólo cuando comience a hacer ruido.
- Para mayor información échale un ojo a nuestra Guía Practica Para el Mantenimiento de tu Cadena.
2. Poste pegado
Uno de los dolores de cabeza de todo mecánico es encontrarse con un poste de asiento pegado. Esto puede requerir de mucho tiempo, esfuerzo y además se corre el riesgo de dañar el poste o en casos extremos hasta el mismo cuadro.
Para evitar un poste pegado:
- Retira el poste y límpialo muy bien con un trapo. De ser necesario puedes usar un poco de agua con jabón, y después sécalo muy bien con un trapo seco.
- De la misma manera limpia el interior del tubo del asiento.
- Pon un poco de grasa en el interior del tubo del asiento. En el caso de las bicicletas plegables no es recomendable usar grasa. Basta con limpiar muy bien el interior del tubo y el poste del asiento.
- Finalmente ajusta el asiento a la altura adecuada.
3. Cambios duros
Una posible causa de que tus cambios se sientan duros puede ser fricción extra en los chicotes. En algunas bicicletas, especialmente de ruta, los chicotes de los desviadores corren por debajo del cuadro y pasan por unos canales justo debajo del eje de centro. Esta área recoge bastante polvo y lodo del camino y, generalmente pasa inadvertida por no estar visible. Esta acumulación de mugre aumenta la fricción haciendo que los cambios se sientan duros o que no respondan de manera adecuada.
Para mejorar el desempeño de tus cambios:
- Si tu bicicleta tiene este sistema de cambios, lávalos periódicamente para evitar la acumulación de mugre.
- Aprovecha cuando lubriques tu cadena para echar unas cuantas gotas de aceite en los canales para mantenerlos limpios, bien lubricados y que los chicotes se deslicen sin dificultad.
4. Ponchaduras excesivas:
Un factor que incrementa la probabilidad de una ponchadura es no inflar las llantas a una presión adecuada, ya que aumenta el área de contacto de la superficie de rodamiento y es más fácil que objetos filosos se incrusten en el caucho. Además, si se rueda una llanta a una presión demasiado baja se reduce su vida útil, ya que se dañan sus costados.
Para mantener la presión adecuada:
- Busca en los costados de tus llantas el rango de presión indicado.
- Antes de salir a rodar inspecciona que tus llantas estén infladas. Por lo menos una vez por semana mide la presión e ínflalas a la presión recomendada por el fabricante (este dato lo encontrarás en una de las caras de la misma llantas bajo las iniciales “PSI”).
- Especialmente si usas la bicicleta constantemente es bastante recomendable adquirir una bomba de piso.
Estas son cuatro acciones bastante sencillas, que nos ayudarán a mantener nuestra bicicleta en buen estado aunque no sepamos nada de mecánica.
Si estás interesado en aprender a arreglar tu bicicleta acércate con algún grupo ciclista en tu ciudad. Muchos de ellos ofrecen cursos de mecánica básica e inclusive cuentan con talleres comunitarios en los que siempre habrá alguien para echarte la mano y guiarte para que tú mismo arregles tu bicicleta. Un ejemplo es La Bici Cueva, un taller comunitario de GDL en Bici en la ciudad de Guadalajara.