A pesar de ser una ciudad con una que otra colina y varios meses de nieve al año, Montreal es una de las ciudades más bici-amigables que hemos visitado. Desde el primer instante es posible darse cuenta de que esta ciudad ha adoptado el uso de la bici en su día a día.
Montreal construyó la primera ciclovía confinada a comienzos de los 80’s y fue pionera en la implementación de un sistema de bicicletas compartidas a gran escala, con la puesta en marcha de BIXI en mayo del 2009. Como dato curioso, también nos enteramos de que el barrio de Mile End es uno de los barrios con menos autos per cápita de Norte America. A continuación te compartimos algunas de las cosas que podemos aprender sobre esta hermosa ciudad que, según datos de Vélo Québec, hoy cuenta con cerca de 750 km de ciclovías y caminos para la bicicleta.
La infraestructura ciclista está por todas partes
Lógicamente, llama la atención la cantidad de ciclistas y la infraestructura. No es difícil encontrar un ciclopuerto y hay ciclovías por doquier.
Una de nuestras intersecciones favoritas fue la de Boulevard St-Laurent y Rue de Bellechasse. Al circular por Boulevard St Laurent y después de pasar bajo un puente, con uno de sus claros exclusivamente destinados para los ciclistas, te encuentras con una rotonda o glorieta para que los ciclistas puedan tomar sus respectivos caminos de manera segura. Esta sencilla solución ayuda a distribuir a los ciclistas a sus respectivos caminos de manera más segura.
Además, para comodidad de quienes por aquí pedalea, sobre Rue de Bellechasse la ciclovía cuenta con una especie de barandal en donde las personas pueden esperar a que el semáforo cambie de color. Llegas al semáforo apoyas tu pie izquierdo en la estructura y esperas tranquilamente a que cambie la luz.
Por lo menos durante los meses sin nieve, los ciclistas abundan. Calle por la que circules, te encontrarás ciclistas. Y no son uno, o dos… son filas enteras de personas de todas las edades.
Pero no se queda ahí. El transporte público es intermodal. Algunos autobuses tienen rack para bicicletas al frente y todos los trenes tienen un vagón en el que se puede subir la bicicleta cualquier día de la semana. Ciertamente esta medida sería todo un reto en ciudades en los que las estaciones de tren están abarrotadas y es difícil abordar como simple pasajero, sin bici o cualquier otra cosa en nuestras manos.
El uso de la bici se promueve desde temprana edad
Es un gusto ver familias completas moviéndose en bicicleta. Hay quienes van, cada integrante de la familia en su propia bicicleta, otras que van con sus remolques y otros cuantos con sus bicicletas cargo con sus peques en la canastilla.
Es impresionante la temprana edad a la que se comienza a usar la bici como medio de transporte. Y no me refiero a que niños y niñas anden con sus bicicletas por los parques o banquetas. No, van detrás o aun costado de la mamá o el papá. No es raro imaginarnos el porqué la bici se ha arraigado tanto en la vida cotidiana de Montreal, a pesar de no tener las condiciones más propicias para ello.
La bicicleta impulsa la economía de Montreal
Como acabamos de ver, el uso de la bici se inculca desde temprana edad. Las y los Montrealinos han abierto las puertas y comprobado que la bicicleta es buena para los negocios.
La gran mayoría de los negocios tienen varios ciclopuertos a unos cuantos pasos. Hay cafés y bares decorados con la temática de la bicicleta. Por supuesto, no pueden faltar los negocios de renta y tours en bicicleta. Al visitar esta ciudad no puedes resistir las ganas de subirte a la bici y descubrir sus secretos escondidos.
Se le quita espacio al auto
Finalmente, Montreal nos da un claro ejemplo de como es posible quitar espacio al coche para devolverlo a las personas. Las autoridades de Montreal recuperan el espacio a través de diferentes medidas como: ciclopuertos donde caben decenas de bicis en lugar de un solo coche, con anchas ciclovías que conectan vialidades más tranquilas. Pero una de las formas que más nos gustó es la implementación de Parklets.
Los Parklets son cajones, algunos hechos con viejos contenedores y otros únicamente con tarimas, que ocupan el espacio de uno o varios lugares de estacionamiento. Únicamente con el objetivo de regresar ese espacio a las personas. Son una especie de oasis para sentarse a charlar con los amigos, comer tu sandwich a la hora del almuerzo o por qué no, hasta para tocar un poco de música (algunos Parklets tienen pianos).
Puedes encontrar estos Parklets por toda la ciudad y en todo tipo de vialidades. Desde las grandes avenidas del Downtown hasta tranquilas calles en los suburbios. Estos espacios son tan populares que varios restaurantes han descubierto su potencial y patrocinan «Parklets» para que sus comensales puedan gozar de un buen café.
Siempre es un gusto conocer nuevas ciudades y aprender un poco de lo que ahí se hace. ¿Qué ideas podríamos adaptar para nuestra ciudad? ¿Cómo podemos incidir para impulsar iniciativas que dar un paso hacia una ciudad más humana? Nos gustaría que nos cuentes que medidas existen en donde tú vives.