Una de las principales causas de muerte en el mundo son los accidentes de tránsito. Según datos de la Organización Mundial de la Salud al año mueren en el mundo cerca de 1 millón 200 mil personas a causa de accidentes de tránsito. Esto representa la principal causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. En gran medida esto se debe a que las ciudades han dado prioridad al auto.
Peatones y ciclistas son vulnerables y se encuentran totalmente desprotegidos por la falta de infraestructura y políticas que propicien condiciones seguras para circular por la ciudad. En los últimos meses hemos visto un aumento en los atropellamientos y agresiones a ciclistas. Simplemente en la Ciudad de México se tiene reporte de 22 ciclistas muertos; mientas que en Guadalajara, los registros de Bicicleta Blanca indican que van 27 ciclistas muertos en lo que va del año. ¿Qué podemos hacer como ciudadanos para promover una ciudad biciamigable y evitar más muertes que son totalmente prevenibles?
La realidad de muchas de nuestras ciudades
- Muchas de nuestras autoridades no usan la bicicleta, por lo tanto no entienden las necesidades de quienes nos movemos en bicicleta.
- La inversión en temas de movilidad no motorizada es mínima. Según datos del Diagnóstico de Inversiones en Movilidad en las Zonas Metropolitanas de México elaborado por ITDP México, en el 2014 se invirtió el 83% de los recursos federales destinados a movilidad urbana en ampliaciones y mantenimiento a infraestructura para el coche. Por otro lado únicamente el 1% se destino a movilidad no motorizada.
- La infraestructura ciclista es deficiente, peligrosa, fuera de norma y con poca interconexión.
- Existe una enorme carencia en políticas y reglamentación que ayude a crear un ambiente seguro para peatones y ciclistas. Además de que no siempre se hace valer la ley.
- No existen campañas de información y difusión en temas de educación vial. No sabemos manejar, no sabemos andar en bici, no sabemos caminar. ¡No existe una cultura vial!
5 maneras en las que tú y yo podemos generar una ciudad biciamigable
1. Siendo ciudadanas y ciudadanos participativos
Hay que informarnos e involucrarnos en las decisiones que se toman comenzando desde nuestro barrio. Una manera efectiva de lograr un cambio en la ciudad es iniciando desde nuestra calle. Hay que ser reflexivos y propositivos ante la problemática de nuestra comunidad. Hay que exigir a nuestras autoridades que hagan su trabajo.
2. Formando comunidad
Bien lo dice el dicho: “la unión hace la fuerza”. La participación ciudadana es creada por los mismos ciudadanos a través de la organización y la unión para amplificar su voz. ¡Todos tenemos algo que aportar! Busca alguna agrupación en tu comunidad que trabaje en temas de movilidad y participa con ellos.
3. Siendo ciudadanas y ciudadanos preparados
Si eres urbanista, arquitecto, ingeniero prepárate y aplica tus conocimientos para generar la ciudad que realmente quieres.
No sólo los profesionistas en temas de movilidad pueden participar. Todos podemos investigar los casos de éxito que se han dado en otras ciudades del mundo como Holanda, Portland, Londres y sacarle jugo a nuestras habilidades para aplicar lo aprendido en nuestro propio entorno.
4. Generando propuestas
Para acercarnos más a la ciudad que queremos no basta con quejarnos. Parte fundamental de la transformación debe ser la formulación de propuestas viables desde la ciudadanía y para la ciudadanía. Nadie mejor que nosotros conocemos las problemáticas, las necesidades y las posibles soluciones.
5. Creando conciencia
Siempre que te subas a la bici piensa que eres un embajador de la bicicleta. Una manera de generar conciencia es a través del ejemplo. Muévete en bici de manera responsable, respeta los sentidos de las calles, no pedalees sobre las banquetas. Comparte con tus amigos, familiares y colegas la importancia de medios de transporte alternativos al auto.
Aprovecha las redes sociales para atraer atención hacia la problemática e incluye enlaces en los que tus contactos puedan informarse más sobre el problema y posibles soluciones.
¿Por qué no cambiar ese viejo paradigma de pensar que las cosas no tienen solución porque el gobierno siempre hace lo que quiere?
No podemos pensar que los Países Bajos es el país más seguro para ser ciclista porque esas cosas pasa en Europa. Los problemas que tuvieron que enfrentar en aquel país no son únicos y muy probablemente los padece tu ciudad.
Aunque no lo creas las calles de los Países Bajos también fueron peligrosas para el ciclista. En 1971 se registraron 3,300 muertes en ese país, en donde 400 fueron menores de edad.
Protestas por las numerosas muertes aunado a una crisis petrolera propiciaron que el gobierno impulsara políticas que incentivaron el uso de la bici y otros medios de transporte. Pero, en gran medida fue la organización y participación de la ciudadanía la que logro el cambio. El resultado fue que para el 2010 el numero de menores muertos en accidentes de tránsito disminuyo de 400 a 14.
¡A nosotros nos toca trabajar por una ciudad más humana y todos, sin excepción, tenemos mucho que aportar! ¿Estás listo?