Ciclista por la banqueta

4 consejos que el ciclista urbano nunca debería seguir

En una sociedad como la nuestra, en la que aún se le da prioridad al automóvil, no es raro que se transmitan mensajes negativos hacia el uso de la bicicleta. Existen automovilistas para los que el hecho de que un ciclista circule por las calles y avenidas de la ciudad es imprudente, insensato y descortés. Para otros se trata de un acto suicida y cuando un ciclista se ve envuelto en un accidente vial él es el culpable.

Estos mensajes tienen su origen en la idea de que los automovilistas son los dueños del camino. Se tiene la creencia de que las calles fueron diseñadas única y exclusivamente para los autos y que las bicicletas son toleradas a placer del automovilista, el verdadero dueño del camino. Más le vale al ciclista quitarse del camino del automovilista si no quiere ser arrollado.

Fuente: supremekind

Por décadas a los ciclistas se nos han dado consejos que más que buscar proteger al ciclista buscan sacarlo del paso de los automovilistas. A continuación les presento 4 consejos que la sociedad ha popularizado con este objetivo y que como ciclistas nunca deberíamos seguir.

1. Evitar vialidades transitadas

Desde que somos niños y recibimos nuestra primer bicicleta se nos enseña que es sólo un juguete que podemos utilizar únicamente en el parque o en calles sin autos y que además nos tenemos que quitar del paso de los autos. Cuando somos pequeños estas medidas son adecuadas ya que no tenemos las habilidades necesarias para sortear el tráfico de las ciudades. Lo malo es que al crecer esto permanece en nosotros como un miedo infundido que muchos jamás logran superar.

Pues sí, pero este consejo no contempla que muchos de nosotros debemos o elegimos ir al trabajo, escuela, café, restaurante, bar en nuestras bicicletas. Además generalmente las vialidades que van a un lugar divertido son transitadas. ¿Ó que? A poco creen que a los ciclistas nos gusta estar en lugares aburridos.

Las bicicletas son como cualquier otro vehículo y tenemos todo el derecho de circular por las vialidades de la ciudad. Al igual que todos los vehículos tenemos el deber de respetar las normas de tránsito en todo momento. Al circular por las vialidades tenemos que demostrar confianza, responsabilizarnos de nuestra seguridad, ser amables y recordar que en la calle todos somos iguales.

2. Hay que circular a la orilla del camino

En caso de que el primer consejo tenga que ser pasado por alto y tengamos que circular por alguna calle o avenida se recomienda que circulemos lo más pegado a la orilla del camino.

En realidad muchas de los accidentes que se dan en las calles son causa de seguir este consejo. Las orillas de las calles están llenas de obstáculos. Entre ellos están: bocas de tormenta sin tapa o con las rejillas paralelas a la banqueta, carros estacionados con puertas abriéndose en el momento más inesperado, etc.

Según el Manual de Ciclismo Urbano del Estado de Jalisco lo ideal es circular aproximadamente a un metro de distancia de los autos estacionados.  Cuando se circula por una avenida debemos elegir un carril adecuado a nuestra velocidad. Generalmente las bicis van más lentos que los autos por lo que por norma deberíamos circular por el carril derecho. En caso de ir a mayor velocidad que los vehículos del carril derecho, como ciclistas tenemos todo el derecho de circular por el siguiente carril a la izquierda ya sea tomando el carril competo o cediendo el paso para compartirlo con otro vehículo. Tomando estas medidas tenemos más espacio para maniobrar y evitar los obstáculos del camino sin estar limitados por la banqueta u otros vehículos.

3. Circular en sentido contrario a los automóviles

Hay quienes aconsejan que el ciclista debe circular en sentido contrario de los automóviles a fin de ver cuando vienen en camino y poder quitarnos de su camino.

Circular en sentido contrario del tráfico ha sido uno de los mitos más peligrosos. En realidad cuando uno circula en sentido contrario se arriesga a no ser visto tanto por peatones y automovilistas. Hasta en la calle más tranquila corremos el riesgo de ser arroyados por un auto saliendo de una cochera. El automovilista probablemente pondrá atención al lado por donde se supone vienen los otros vehículos y se echara en reversa.

Al igual un peatón que cruza la calle, aunque de niños nos decía el tío Gamboín que volteáramos para ambos lados, no se esperan que una bicicleta circule en el sentido contrario.

4. Circular por las banquetas

Finalmente se nos aconseja que mejor no nos arriesguemos de ser atropellados y que circulemos en la seguridad de las banquetas.

Circular por las banquetas es una practica bastante común. Todos en alguna ocasión circulamos por banquetas o áreas peatonales. Generalmente esto es porque nos da un sentido de seguridad el hecho de estar alejados de los autos.

Las banquetas y áreas peatonales deben ser utilizadas como ultima opción y siempre teniendo en cuenta que ese espacio es para los peatones y hay que respetarlos. Nada de hacerlos que brinquen fuera de nuestro camino. Lo ideal es circular lento o bajar de la bici y caminar con ella.

Fuente: bicicultura

Como pueden darse cuenta estos cuatro consejos podrían resumirse en uno solo: “Quítate del camino de los autos si no quieres ser atropellado”. Como si los automovilistas no fueran capaces de disminuir su velocidad al aproximarse a un ciclista.

Si queremos fomentar la cultura de la bicicleta en México y alejarnos de estas falsas creencias tenemos que aprender a convivir con los demás vehículos y con los peatones. Un buen comienzo es pedalear de manera responsable. Esto hará nuestros trayectos más seguros y más agradables. Para los que estén interesados en informarse más acerca de este tema les invito a que le echen un vistazo al Manual de Ciclismo Urbano del Estado de Jalisco, se los recomiendo.

Cada uno de nosotros tenemos que dar un buen ejemplo para que poco a poco el compartir las vialidades se convierta en parte de nuestra cultura vial. De esta manera las calles serán cada vez más seguras y el número de ciclistas aumentara. No se trata de un sueño inalcanzable. En varias ciudades del mundo ya se ha logrado. ¿Por qué no habría de poderse en las ciudades Mexicanas? Lo que nos hace falta es voluntad.