Andar en bicicleta no debe doler, por el contrario. Si lo hace, es señal de que algo no está del todo bien.
En el ciclismo, como en cualquier otra actividad física, al principio de practicarla, es normal que se presenten ciertos dolores, sobre todo en los músculos. Eso, más que preocuparte, en muchas de las ocasiones es una señal de que los músculos están trabajando, pero es indispensable aprender a distinguir entre un dolor: producto del esfuerzo y aquel que es señal de una lesión.
Si se trata de dolor en las nalgas (trasero) cuando eres principiante, no te asustes, en la mayoría de las ocasiones esto es normal, como ya lo mencioné: es señal de que los músculos se están ejercitando. Sin embargo, hay algunas otras razones que a continuación examinaremos, que generalmente con un asiento adecuado; un ajuste en la configuración de tu bici, el estilo de montar la bici y con la ropa adecuada – si pedaleas grandes distancias-, se resolverán.
No eres tú es el sillín
En esto del ciclismo urbano –y en todas sus modalidades- encontrar el sillín perfecto para tu bici es como encontrar el compañero de vida ideal: puede ser un largo viaje y probablemente tendrás algunas desilusiones en el camino. Y como todo en la vida, algunos encontrarán el asiento perfecto (o alma gemela) de inmediato; para otros, el viaje puede tomar años. No te desanimes y busca hasta encontrar, ya que de ello dependerá que tengas una relación saludable con tu bici.
El asiento adecuado es muy importante para hacer de tus traslados en bicicleta seguros y cómodos, pero sobre todo, evitar ese molesto dolor en el trasero. Un asiento inadecuado, así como una pareja inadecuada no solo te traerá molestias, también puede acarrearte padecimientos físicos y hasta lesiones, evitarlos es más sencillo de lo que crees.
Sin importar la distancia de tus recorridos algo que deberás tener en cuenta para evitar rozaduras, y molestias en el área pélvica (genitales; perineo; glúteos, nalgas, trasero, etcétera) es el tipo de asiento y su posición (altura y ángulo o inclinación).
Pero antes de continuar dejemos algo bien claro: Tienes que estar sentado sobre tus huesos y no sobre tu tejido blando. Este es un error muy común en el ciclista novato, siempre quiere un asiento acolchado en extremo, y eso, conforme acumulas kilómetros, afecta a tu trasero.
Errores comunes
Es común posicionar nuestro asiento con una escasa altura, esto puede dar una falsa sensación de control y seguridad, sobre todo si eres nuevo en esto de andar en bici, pero no solo dañaras tus rodillas, sino que también dejarás de aprovechar adecuadamente toda la energía que produces con tu pedaleo. Por otro lado, subirlo en demasía hará que la posición de la cadera sea demasiado alta provocando que el asiento se clave directamente en la uretra y todo el tejido blando de esa región (en hombres traerá problemas de próstata y en mujeres insensibilidad en los genitales, entre otros males).
La altura correcta
La altura del asiento es una de las cosas más importantes a tener en cuenta, ya que nos ayudará a tener una posición correcta y estable de la cadera. Además ayudará a evitar lesiones en las rodillas y aprovecharás mejor la energía de tu pedaleo. Un consejo para conocer la altura adecuada en que debes poner tu asiento, es pararte con la bicicleta a un costado y posicionar el tope del asiento a la altura de tu cintura.
El asiento correcto
Contar con el asiento adecuado es un punto para tener en cuenta. Si tu asiento no es cómodo, tus traslados no lo serán. Los conocedores indican que, al igual que en una silla, una superficie plana y con cierta rigidez es más cómoda que una blanda y evita las incómodas rozaduras del acolchado. Es cierto, un asiento blando o muy acolchado podrá ser una tentación, pero evítala, porque un asiento suave se siente bien durante unos 20 minutos pero después, tus nalgas te lo reclamarán ¡créeme!
Hay distintos tipos de asientos que servirán para distintas clases de ciclismo, nos enfocaremos en el asiento para bicicleta urbana, puede ser acolchado en gel. Este da mejores resultados que los tradicionales de espuma. En cuanto a la superficie, la parte trasera del asiento será mejor que sea ancha –pero considerando que tus huesos embonen en él- que angosta, ya que esto favorece la oxigenación de los genitales.
El ángulo del asiento también es un factor configurable al que hay que prestar atención, es importante su inclinación. Lo normal es tener el asiento completamente horizontal con la punta ligeramente levantada, pero podemos adaptar la inclinación hasta que no notemos incomodidad; dolores ni rozaduras, siendo esa la adecuada para nosotros (también la potencia adecuada en el manubrio es primordial para obtener una buena posición durante el pedaleo y no recargues de más tu peso ya sea en tus manos en tu trasero).
Recuerda que una posición cómoda evitará lesiones y con eso disfrutaremos de nuestros traslados en bicicleta, no es necesario comprar el asiento más costoso sino el que se adecue a nuestra anatomía.
Otras causas
Ahora, también existen dolores en las nalgas y el área del perineo que pueden ser generados por otras fuentes. Por ejemplo, si ya no eres principiante y aún continúa sufriendo tu trasero por el dolor, posiblemente se deba a algunas de estas razones.
Cuando pedaleas muchos kilómetros: Rozaduras por el sudor
Puede suceder incluso si tienes el mejor asiento y la bici en la talla adecuada, pero sobre todo si pedaleas por tiempo prolongado o por muchos kilómetros en un clima caluroso. El asiento, tu ropa y los cristales –microscópicos- de sal de tu sudor, se confabulan en tu contra para servir como papel de lija en tu trasero. Es aún peor, cuando es húmedo o de plano llueve, porque la piel mojada es particularmente vulnerable al roce.
Esto lo puedes corregir de algunas maneras: una de ellas es descansar del asiento un par de días y mantener el área limpia y seca.
Para evitar la recurrencia, toma algunas medidas para eliminar todos los puntos de fricción con esa piel sensible.
Invierte en pantalones cortos (short para el ciclismo o culotte) con un revestimiento de gamuza u otros materiales –pueden ser sintéticos- en la zona genital y parte de las nalgas, que siendo de la talla adecuada para ti, sirven muy bien de recubrimiento.
Utilizado correctamente, el relleno de gamuza -u otro material- en tus pantalones cortos de ciclismo es la mejor defensa contra el dolor y rozaduras. Ten presente que cuando usas este tipo de prenda: nada de ropa interior, usarla en combinación con tu short de ciclismo, solo es buscarle problemas a tu trasero.
Considera utilizar una crema o chamois, ideados para el ciclismo, ya que su uso sirve de lubricantes para el trasero, y muchos de ellos contienen lavanda, eucalipto, aloe, y otros agentes antibacterianos naturales que ayudan a prevenir las infecciones. En el caso de las mujeres, tengan cuidado de usar los que son exclusivos para el hombre, porque algunos de ellos en contacto con la vagina pueden generar picazón y ardores –existen las especiales para mujer-.
Cargar mucho peso sobre el dorso
Sí, lo acabo de vivir, 63 kilogramos a la espalda en una mochila –obvio para bicimensajería- me dejaron, hace un par de días, con un dolor en el área que, hace mucho, pero mucho tiempo no había sufrido. El cargar ese peso por 10 kilómetros, fue suficiente para dejarme el doloroso recuerdo de que el cuerpo es frágil y yo, ya no soy joven.
Todo se debió a que el exceso de peso comprimió mi área pélvica contra el asiento y eso fue suficiente para una rozadura y dolor en el trasero, que me duro tres días.
¿Cómo evitarlo? Muy sencillo, no carguen tanto peso en su espalda para que no les comprima el trasero contra el asiento. Así de sencillo.
Síndrome piriforme
En algunos casos –los menos-, es posible que experimentes dolor en el trasero debido a algo que se le conoce de acuerdo con Media Graphic, una empresa editorial en el ramo médico, como Síndrome Piriforme, que es: una afección en el músculo piriforme, que se ubica en la región de las nalgas y, que irrita el nervio ciático y causa dolor, hormigueo y entumecimiento del trasero, y que puede correr por la pierna y pie, muy parecido al dolor de ciática. Este tipo de dolor continuará aún cuando hayan probado los remedios que aquí les sugiero, así que lo más inteligente es parar unos días de usar la bicicleta y acudir a su médico cuanto antes.
Además de lo anterior, una manera eficaz de hacer frente a los posibles dolores de trasero es: fortalecer con ejercicios específicos, sentadillas y otros ejercicios que fortalezcan las caderas y glúteos. Construir caderas fuertes y estables representa una mejor estabilidad en la rodilla y un golpe de pedal más fuerte y saludable, con lo que podrás aprovechar todo el poder de tus glúteos y crear un trasero como roca que, además lucirá muy bien en ese short de lycra o jeans ajustados.
Estas solamente son recomendaciones, que nunca sustituirán tú propia experiencia, la cual solo se obtiene pedaleando. Ninguno de mis consejos, podrán sustituir la asesoría de un médico calificado, no dejes de consultarlo en cuanto sientan dolor por más de dos días.