Las llantas son el principal punto de contacto entre la bicicleta y el terreno, tienen gran impacto en nuestro rendimiento sobre los pedales, así como en el desempeño de la bicicleta. Además, es uno de los consumibles que sufren de mayor desgaste.
Razón por la cual, conforme se acumulan los kilómetros, será de suma importancia estar pendiente de su desgaste y conocer las señales que nos indican que ha llegado el momento de reemplazarlas.
Vale la penda aclarar, que a lo largo de este texto los términos «llanta» y «cubierta» se refieren a la pieza toroidal de caucho que bien puede llevar una cámara interna o ser tubeless que se monta sobre el rin de una bicicleta.
¿Cuánto dura una cubierta de bicicleta?
Hay una serie de factores que influyen directamente en su vida útil, pero la mayoría de las llantas para bicicleta se desgastan después de unos pocos miles de kilómetros. El nivel de desgaste puede variar considerablemente dependiendo de ciertos factores como: la calidad de los materiales, características del modelo específico, frecuencia de uso, condiciones en las que se rueda e incluso el clima.
No obstante que algunas marcas ofrecen cubiertas que prometen durar alrededor de 10,000 km., en la práctica es muy probable que tengamos que reemplazarlas al acercarnos a los 3,200 km., o 3,500 km., aproximadamente. Como ya se mencionó, dependiendo del uso y condiciones en las que las uses, incluso puede que requieras cambiar tus cubiertas más de una vez en el lapso de un año.
Las partes de la cubierta de bicicleta
- Superficie de rodamiento: también conocido como dibujo, es la parte que tiene contacto con el suelo. Se conforma por una serie de patrones con ranuras y/o tacos (o bloques) de acuerdo al tipo de uso para el que esté diseñada la llanta.
- Flancos o costados: son las paredes laterales que forman la llanta. En esta sección además encontraras información como medida y presión a la que debes inflar la llanta.
- Banda anti-pinchazos: es una cinta adicional de material sintético: kevlar, nylon, etc., entre la superficie de rodamiento y la carcasa. Cierto tipo de llantas incluye esta banda para disminuir la posibilidad de pinchazos.
- Carcasa: la estructura principal que forma la llanta y está fabricada por capas de hilos que pueden ser de algodón, nylon u otros materiales.
- Talón: es la parte circular y generalmente con alma de acero o kevlar que sujeta la llanta al rin.
7 señales de que tu bicicleta necesita llantas nuevas
1. El dibujo de la cubierta está desgastado
Esta señal es fácil de detectar, ya que es visible en la banda de rodamiento. EL desgaste de ranuras y/o tacos en el dibujo es un buen indicador de que está lista para ser reemplazada.
En cubiertas para bicicleta de ruta o con dibujos lisos, podrás identificar el desgaste al observarla de frente. Si la llanta presenta una sección plana en la parte superior de la superficie de rodamiento, ha llegado el momento de reemplazar las llantas de la bici.
2. El caucho de la llanta está agrietado y reseco
Este deterioro sucede con mayor frecuencia cuando la bicicleta no ha sido usada durante lapsos prolongados de tiempo y puede suceder incluso si la bicicleta está guardada bajo techo.
Sin embargo, si está a la intemperie, los elementos podrán acelerar el desgaste, ya que el caucho se vuelve quebradizo con el tiempo, así como con los cambios de clima.
Si aparecen grietas (a menudo comienzan en las costados) se recomienda cambiar las cubiertas por unas nuevas ya que estas tendrán una mayor probabilidad de fallar.
3. La Cubierta presenta perforaciones o rajadas
Las perforaciones generalmente son causados por escombro del camino; cristales, alambre y otos desechos punzocortantes. Este tipo de materiales suele acumularse en los costados de las vialidades y hay que tener especial cuidado en temporada de lluvia.
En el caso de las rajadas, además de que pueden ser resultado de perforaciones por materiales incrustados, también pueden ser resultado de un golpe con una superficie filosa. En la ciudad, puede ser resultado de un caer en un bache. En la montaña puede ser resultado del impacto con una piedra afilada.
Si el daño es aparente y sobre todo si notas que la carcasa ha sido comprometida vale más reemplazar la o las cubiertas dañadas. Incluso si utilizas llantas tubeless, cuando se presenta este tipo de deterioro ni el mejor sellador es suficiente.
4. La carcasa de la llanta ya es visibles
Una carcasa expuesta es muy obvia, pues los hilos que la conforman serán visibles. Aunque generalmente esto sucede en el costado de la llanta, si permites que la superficie de rodamiento se desgaste en exceso también llegará a quedar expuesta la carcasa en esta zona.
Si sigues utilizando una llanta con este desgaste, seguramente te encontrarás con un pinchazo rápidamente, porque esa sección delgada de la carcasa que no fue diseñada para hacer contacto con el camino, al tenerla expuesta, facilitará los pinchazos e incluso que se salga la cámara exponiéndola a reventones que serán imposibles de reparar.
5. La llanta presenta deformación
Esto por lo general es notorio cuando sucede en la zona de la superficie de rodamiento, porque cuando estás pedaleando puedes sentir un ligero golpe o salto que no es normal. También es común que suceda en los costados, en donde es más sencillo apreciar la anomalía. Generalmente estas deformaciones son resultado de un impacto, pero en ocasiones puede tratarse de un defecto de fabricación.
Este tipo de deformaciones nos indican que la estructura de la llanta ha sido comprometida y se convierte en un punto débil. Aunque tu llanta no este perdiendo aire y aparentemente siga funcionando, es recomendable cambiarla antes de que suceda algún accidente o termines a medio camino con una llanta inservible.
6. El talón de la cubierta presenta daños
Es importante estar pendiente de este tipo de desgaste, que si bien no es muy común en cubiertas con buen material, si es posible que se presenten en llantas que ya han agotado su vida útil o que han sufrido un corte con algún elemento punzocortante. En casos extremos puede que hasta el alma del talón haya quedado completamente expuesta.
Cuando se presenta este tipo de desgaste, no esperes mucho para realizar el cambio de cubierta. Recordemos que el talón es la parte que mantiene la llanta sujeta al rin. Así que si no quieres que esa llanta se salga de su logar, justo en el momento que menos esperas, hay que cuidar de cambiar la cubierta cuando presente alguna alteración en el talón.
7. Sufres pinchazos con mayor frecuencia
Los pinchazos frecuentes sin duda son una advertencia de que hay que cambiar las cubiertas, y esto ocurre porque la banda de rodadura ha perdido espesor y es lo suficientemente delgada como para no poder proteger a la cámara de objetos afilados y constantemente sufres de pinchazos.
¿Tu bicicleta necesita llantas nuevas?
Ahora que te has familiarizado con estas señales, ya podrás determinar cuándo cambiarlas. Conforme acumulas kilómetros, no dejarás de sorprenderte de lo rápido que se desgastan o fallan las cubiertas de tu bicicleta, esto es normal.
Seguramente te has dado cuenta que la cubierta trasera se desgasta aproximadamente el doble de rápido que la delantera. Y la experiencia o ciencia detrás de la bicicleta, que sabe algo sobre física, peso y otras cosas, dice que querrás que tu llanta delantera muestre menos desgaste para asegurar una mejor conducción. Por lo que a menudo, los ciclistas rotamos la cubierta delantera hacia atrás y reemplazamos la llanta delantera por una nueva.
Sin embargo, cuando estés obligado a cambiar tus llantas, asegúrate de reciclar tus cubiertas y cámaras viejas, así como conocer la medida específica de cubiertas para tu rin, como todas las especificaciones necesarias para asegurarles una larga vida útil a esos neumáticos nuevos.