Si vas comenzando en esto del ciclismo urbano, seguramente más de una persona te ha aconsejado planear tu ruta antes de aventurarte en el tráfico. Esta actividad no es exclusiva de los que apenas comienzan. Hasta el ciclista urbano más experimentado planea sus rutas antes de salir. Por eso, en esta ocasión vamos a revisar algunos puntos que te ayudaran a trazar tu ruta.
Por qué planear tu ruta
- Tus viajes son más seguros.
- Tienes control sobre tus tiempos de traslado.
- Te concentras en tu entorno y no en la ruta.
- Disfrutas más de cada viaje.
Características deseables en una ciclo-ruta urbana
- Segura
- Saludable
- Placentera
Si estás pensando en cambiar el auto por la bici, la ruta que usas para manejar al trabajo no es necesariamente la más indicada para pedalear. En muchos casos es recomendable utilizar vías secundarias. Tal vez no sea tan directo, pero sin duda encontraras menos carros a velocidades más bajas, además de que la concentración de emisiones será menor. Puedes circular de forma más tranquila y respirar aire un poco más limpio.
Una de las muchas ventajas de moverte en bici es que tu tiempo de traslado es independiente de las condiciones del tráfico. Siempre te tomará, más o menos, el mismo tiempo recorrer una misma ruta.
Esta consistencia en el tiempo de traslado te permite administrar y aprovechar mejor tu tiempo. No es necesario salir con tanta anticipación por aquello del tráfico.
Cuando no se prevé una ruta, agregamos una variable más a nuestro recorrido la cual puede llegar a convertirse en una distracción. En cambio, si ya sabes por dónde tienes que pedalear, puedes concentrarte en tu entorno y disfrutar más del trayecto.
Armar tu ruta
En el caso de las rutas urbanas existen tres casos:
- Estás familiarizado con la zona que vas a recorrer.
- No estás familiarizado con la zona que vas a recorrer.
- El trayecto que vas a recorrer es largo.
1. Define tu origen y destino.
Lo primero que tienes que hacer es definir tu punto de salida y tu destino. En caso de que tu trayecto sea largo o en una zona con la que no estás familiarizado es bastante conveniente utilizar un mapa. Una excelente herramienta es Google Maps.
2. Busca la ruta más directa.
El siguiente paso es buscar la ruta más directa. Recuerda que la bicicleta es un vehículo por lo tanto, para evitar accidentes, asegúrate de respetar los sentidos de las calles. En este paso no te preocupes mucho por el tipo de vialidad. Solamente preocúpate por buscar una ruta lo más directa posible. Puede ser la que usas cuando vas en carro.
3. Busca las vías secundarias aledañas a la ruta más directa.
Muy probablemente la ruta más directa sea circulando por grandes avenidas, pasos a desnivel y túneles diseñados especialmente para los vehículos motorizados. Por eso, el siguiente paso será buscar las calles secundarias que nos permitan llegar a nuestro destino sin desviarnos mucho de la ruta original. ¡Recuerda respetar los sentidos de circulación de las calles!
Siempre es recomendable planear una o dos rutas alternas. Te pueden ser bastante útiles.
Recomendaciones:
Evita zonas peligrosas (calles en mal estado, poco iluminadas, con demasiado tráfico a gran velocidad, delincuencia, etc.)
Siempre es conveniente conocer la infraestructura ciclista que existe en tu ciudad. Probablemente exista alguna ciclovía cercana que puedes integrar en tu ruta.
Investiga si puedes subir la bicicleta al transporte público. En algunas ciudades ya es posible disfrutar de los beneficios de la intermodalidad.
4. Prueba tu ruta.
La mejor manera de evaluar tus rutas es poniéndolas a prueba. Especialmente cuando la ruta es para ir al trabajo, a la escuela o algún lugar en la que tienes que llegar a cierta hora, lo más recomendable es recorrer tu ruta un fin de semana. Así no tendrás la presión de llegar a tiempo y muy probablemente habrá menos tráfico. Si planeaste otras rutas alternas este es el momento de probarlas todas. Recuerda que la mejor ruta es la que te haga sentir más seguro y que te resulte más placentera.
Al llegar a tu destino toma nota del tiempo que te tomó llegar y, muy importante, ubica los lugares en los que podrías estacionar tu bicicleta de manera segura.
5. Replantea tus rutas.
El replanteo de la ruta es un proceso constante. La bicicleta nos permite conectarnos con nuestro entorno de manera única. Todo el tiempo estás descubriendo lugares y caminos que jamás descubrirías si fueras en un carro. Esto nos permite ir modificando nuestras rutas sobre la marcha. ¿Te imaginas tomar un camino diferente, cada día, para ir a trabajar?
Otras recomendaciones:
- Consigue un buen candado.
- Arma un kit de herramientas básico.
- Aprende a parchar una cámara y otras reparaciones básicas.
- Aprende a comunicarte con otros usuarios de la calle.
- Piensa como vas a transportar tu carga (computadora, cuadernos, lunch, etc).
Espero que estos consejos te sean de utilidad y que muy pronto estés pedaleando por tu ciudad.
Esta guía fue pensando para todos ustedes que aún no se sienten muy confiados de aventurarse en el tráfico. Por eso, hago énfasis en que prueben sus rutas. Conforme se sientan más confiados podrán probarlas e improvisar sobre la marcha.
Por favor dejen sus comentarios. Nos encanta conocer su opinión, responder dudas o simplemente recibir sus saludos.