6 consejos de un bicimensajero para sobrevivir el tráfico de la ciudad

Quizás ya lo haces, o tal vez no te has decidido, pero hoy lo tienes más que claro: quieres empezar a usar la bici como medio de transporte para la ciudad. Pero hay un ligero contratiempo, no tienes experiencia en pedalear compartiendo el espacio con el tráfico motorizado y posiblemente eso te asuste.

Como ciclista urbano tu objetivo debe ser mantenerte fuera de problemas en las calles. Y que mejor manera de conseguirlo, que con los consejos de un bicimensajero, que además de pedalear 8hrs. diarias, es un experto en el arte de sobrevivir el tráfico de la ciudad.

Como uno de los ciclistas más experimentado, y con más de 8 años como bicimensajero, Tyreck Velázquez nos comparte consejos para movernos de forma segura, feliz y eficiente sobre dos ruedas por la ciudad.

Tyreck o Ty, como muchos le decimos, actualmente colabora con TIG; empresa de mensajería con altos estándares en el servicio, que no he visto en el rubro en años. Para Ty, recorrer 500 kilómetros a la semana montado en su bicicleta es cosa del día a día, para muchos de nosotros, es un audaz reto a nuestra condición física, y en la ciudad, también para nuestra seguridad.

Es por eso que fui a entrevistarle, para conocer de primera mano cómo andan en bicicleta los expertos que comparten la calle con el caótico tráfico automotor, y que en vez de sufrirlo, hasta lo disfrutan.

De entrada, me pareció que sus consejos serían de lo más técnico y complicados, que estarían llenos de faltas a las normas de tránsito, y no pude estar más equivocado. Al contrario, sus consejos son de lo más sencillos y efectivos, sólo falta verle surcando la ciudad de sur a norte y de este a oeste: pedaleando por ciclovías y sin ellas; con frío, lluvia, de noche o de día, para saber que sus consejos sirven para mantenerte seguro en las calles.

Porque para un bicimensajero del calibre de este jinete del asfalto, cuyo propósito es hacer la próxima entrega en el menor tiempo posible, no hay tiempo ni para pelear con algún energúmeno al volante, ni mucho menos para sufrir un incidente de tránsito.

1. Fluir con el tráfico

En un principio, tanto “fluir con el tráfico”, como insistía Tyreck, me pareció un tanto inocente, porque quién en su sano juicio puede evitar el sentir coraje cada que un auto le cierra el paso.

Pero, después de platicar con Velázquez, pero sobre todo, después de verlo como pez en el agua pedaleando entre el tráfico, comencé a entender esa filosofía que puede parecer más doctrina Zen, pero que en realidad, es una manera práctica y segura de pedalear en la ciudad, y no perecer en el intento.

“Como ciclistas somos el aceite que lubrica la movilidad de la ciudad. Sí, sin los ciclistas habría aún más tráfico del que hay hoy en cualquier zona de la ciudad”, asegura este bicimensajero con kilómetros y kilómetros de asfalto acumulados en sus piernas.

“Fluir con el tráfico, es cuando dejas de tenerle miedo al tráfico, sobre todo automotor y comienzas a concentrarte en lo que haces, esto, inevitablemente te lleva a aprender a leer el entorno y los movimientos de los demás usuarios, lo cual será muy importante para tu seguridad, porque aprenderás a evitar percances antes de que ocurran.

Por ejemplo: si ves que hay mucho tráfico y de repente se abre un espacio entre dos carriles, ten por seguro que un automovilista se lanzara a la conquista de ese espacio, entonces, si ya sabes que te va cerrar el camino para poder avanzar únicamente unos cuantos centímetros, evítalo. De lo que se trata es de llegar a tiempo y ser feliz en el trayecto.

No hay nada mejor para poder fluir con el tráfico que salir con el tiempo suficiente para poder hacer frente a cualquier eventualidad. Por ejemplo: si a tu trabajo haces 25 minutos en tu bici y quieres salir de tu casa justo con esos 25 minutos, ten por seguro que esa prisa te traerá varios inconvenientes, que posiblemente te lleven a llegar tarde o a tener un incidente de tránsito. Salir con tiempo y evitar las prisas es el primer paso para la seguridad.

Conforme vayas adquiriendo experiencia, esta lectura del camino y de los movimientos de los demás usuarios comenzará a volverse innato en el ciclista. Asúmete como una solución y no como parte del problema y, verás cómo fluyes con el tráfico”, me explica el también embajador para ABUS en México.

2. Usa un casco

“Puedo hablar por experiencia personal, los cascos salvarán tu vida. Nunca se sabe cuándo necesitarás uno, así que usa un casco cada vez que viajes, sin importar cuán corto sea tu viaje”, propone Tyreck.

Asegúrate de que tu casco no sea demasiado viejo, ni tenga la espuma interior deteriorada; ya que no te protegerá por completo. Así como también, cerciórate de ponértelo correctamente.

3. Vigila a tu alrededor cuidadosamente (mantente atento al tránsito y otros usuarios de la vía en todo momento)

“Mientras pedaleas no olvides mirar con regularidad sobre tu hombro (hacia atrás) para prevenir que algún carro no guarde una distancia prudente con respecto a ti, o que algún desesperado conductor te ponga en peligro. Y asegúrate de tener los siguientes puntos siempre bajo tu mirada:

Mantente alejado de las puertas de los automóviles: La única manera de evitar un portazo, es adelantarte a esa acción y pensar que todos los automovilistas son descuidados y abrirán la puerta justo cuando pases a su lado.

Mantén tu distancia con respecto a las puertas de los automóviles estacionados, y en zonas de afluencia vehicular donde se paran en doble fila, siempre aléjate en medida de lo posible de esos automóviles estacionados, ya que en cualquier momento abrirá la puerta el chofer del carro.

Reclama la mejor posición en el camino: un buen posicionamiento se trata de pedalear en el mejor lugar donde puedas ver y sobre todo, ser visto. Yo en lo personal no aconsejo utilizar el carril de la extrema derecha, porque en ese carril es justo el que más problemas representa para los ciclistas. Les aconsejo circular en la totalidad del carril y procurar cargarte a la izquierda para utilizar el carril contiguo en el momento que sea adecuado para esquivar obstáculos”,explica.

4. Cuidado con el transporte público (todos los choferes  son un peligro en potencia)

Digo no es por ser prejuicioso pero los operadores del transporte público, sea cual fuere su unidad (microbús, autobús, taxi, u otros), se han esforzado para ganarse la reputación de ser unos animales tras el volante. Y nuestro entrevistado lo sabe, pero la verdad es que hace mucho tiempo dejó de sufrirlos y nos cuenta cómo lo hace.

“Cómo ya les he dicho hay que prever y leer los movimientos del transporte público.  

Nunca los rebases por la derecha porque en cualquier momento se detendrán a subir o bajar pasaje, cerrándote el paso y, si los dejas te arrinconarán hacia la banqueta reduciendo tu espacio para maniobrar”, explica Velázquez.

5. No te enojes

“Si un carro hace algo que te pone en peligro, déjelo ir. No lo persigas con la intención de tomarle una foto y denunciarlo con tus amigos en las redes sociales. O peor aún, no lo persigas para romper su espejo retrovisor con tu candado U-lock.

No le grites al chofer, ni te acerques a él para discutir y recitar las leyes de tránsito. Si sobreviviste el incidente, bórralo de tu memoria y continúa con tu viaje.

Yo en lo personal he visto encuentros peligrosos entre conductores y ciclistas que no acaban bien para el ciclista. Recuerden que hay que fluir con el tráfico y más que nada, divertirse en el camino. Un chofer que arriesga la vida de otro usuario tengan por seguro que no es una persona educada y que aunque le grites las reglas de vialidad no por eso se hará educado en ese momento.

Considéralo como una causa perdida, y no te dejes llevar por el orgullo o la equidad y continúa con tu día”, nos comparte.

6. Peatones en la ciclovía

“Esto enoja a muchos principiantes, pero es tan sencillo rodear o esquivar a los peatones, aun en la ciclovía que no entiendo como hay muchos ciclistas que olvidan que ellos también son peatones y son imprudentes y maleducados con el peatón. De verdad yo en mi rutina diaria me encuentro con muchos peatones que invaden la ciclovía, si me detuviera a pelear con cada uno, nunca haría mi entrega y me la pasaría peleando.

Lo que hago es evitarlos y si no puedo, los esquivo y asunto arreglado”, concluye Tyreck Velázquez.

Como hemos podido ver, aquellos que no sólo sobreviven, sino que hasta disfrutan pedaleando por la ciudad nos dejan una clara reflexión.

Entender que en cada uno de nosotros está el cambio a esa tan anhelada seguridad en las vialidades, que la verdadera seguridad radica más en nosotros mismos, que en las autoridades y reglamentos. Un reglamento no va hacer cambiar a nadie de la noche a la mañana, pero la forma en que nos conduzcamos y respetemos a los demás, sí.

Hagamos a un lado esa lógica que nos ha regido tanto tiempo: Si alguien puede hacerlo, que lo haga él. Si nadie puede hacerlo, ¿por qué tengo que hacerlo yo?

Al final, todos queremos llegar a casa a salvo.