Soy fiel amante de la montaña y como tal, siempre tengo en cuenta que a estas elevaciones, en donde me veo maravillado por sus increíbles paisajes, también puedo ser sorprendido por una tormenta eléctrica.
Aunque estas inclemencias se dan con más frecuencia en determinadas estaciones, sobre todo en verano, no estamos exentos de que nos sorprenda alguna en cualquier momento. Realmente puede ser una situación peligrosa y el riesgo se multiplica si lo que nos gusta es pedalear en lugares inhóspitos, donde las posibilidades de resguardarnos son mínimas.
Como ciclistas estamos expuestos y somos vulnerables ante estos fenómenos naturales. No es raro enterarse de algún percance ocasionado por alguna tormenta. Factores como la lluvia o los fuertes vientos pueden ocasionarnos lesiones de todo tipo. Una simple caída puede causarnos contusiones, heridas o fracturas, pero ser alcanzado por un rayo puede ocasionar una tragedia.
Lo primero, prevención ante una tormenta eléctrica
La prevención es primordial. Por eso, el mantenernos informados sobre el pronóstico del clima antes y durante nuestra salida es lo ideal. Hoy en día, a través de nuestros móviles, tenemos acceso a cualquier pronóstico meteorológico que necesitemos. Existen aplicaciones, así como sitios webs que nos facilitan la tarea.
En caso de que no tuvieras acceso a ningún tipo de conectividad, otra alternativa sería llamar o presentarse en algún centro de protección civil o defensa civil y solicitar información al respecto.
De existir riesgo de precipitación, lo más indicado sería no salir. En más de una ocasión no contaremos con la información que necesitamos, por lo que es importante tener en cuenta que estas tormentas son más frecuentes en primavera y verano. De igual manera, es importante considerar que al rodar en zonas altas existe la posibilidad de que las tormentas estén acompañadas de nieve o granizo. En minutos el clima puede cambiar drásticamente y pasar de un hermoso día soleado a uno de lluvia torrencial y vale más estar bien preparados.
Qué hacer si la exposición a la tormenta es inevitable
Observa el cielo, si hay relámpagos, fuertes vientos y eres capaz de escuchar truenos, son señales de que la tormenta está lo suficientemente cerca. Es el momento de actuar rápidamente, con cautela y sentido común que nos será de gran ayuda.
Si nos encontramos en una situación de vulnerabilidad, expuestos ante una tormenta eléctrica, una correcta posición corporal nos será de gran ayuda. Lo más indicado es ponernos en cuclillas con las manos en las rodillas, solo tocando el suelo con las zapatillas, evitando hacer contacto con algún charco de agua. Para estar más cómodo, una buena opción es sentarte sobre un objeto seco y aislante. Una esterilla, las alforjas con algo de ropa o una mochila que no tenga un armazón metálico pueden ser una buena alternativa.
Es importante que consideres los siguientes puntos:
- De ser posible refúgiate en una casa o construcción que esté protegida.
- Si encuentras un refugio de montaña, mantén cerrada las puertas y ventanas para evitar el paso del aire. No prendas fuego, este producirá aire caliente aumentando la conductividad actuando como pararrayos.
- Una buena opción es refugiarte dentro de un vehículo con el motor apagado y con las ventanas cerradas. Esto crea un efecto «jaula de Faraday» que nos aísla de la tormenta.
- Si te encuentras en un túnel o caverna, aléjate 5 metros de las paredes y de su entrada.
- No debemos refugiarnos bajo árboles, postes o antenas. Si nos encontramos dentro de un bosque, lo más indicado es buscar el árbol más bajo.
- Si no tienes ninguna opción de refugio, aparta todo el material que contenga metal, incluyendo la bicicleta, y colócate a no menos de 30 metros de distancia.
- Apaga y aparta todos los dispositivos electrónicos, teléfonos, cámaras, gps etc. Guárdalos en una bolsa estanca, alforja o una bolsa plástica, si llueve no se dañarán.
- Los elementos de camping como utensilios y tienda pueden contener metal, ante la duda es mejor que lo dejes y te alejes de ellos.
- En las zonas rurales debes distanciarte de animales como las vacas, caballos, etc.
- Aléjate de los conductores eléctricos como vallas, alambrados, tendidos, vías de tren, cobertizos y estructuras metálicas.
- Retirarte de los espejos de agua tales como piletas, mar, lagos o ríos.
- Si estamos en un grupo, debemos separarnos tomando distancia unos de otros.
- No te alejes corriendo, ya que las turbulencias en el aire junto a la ropa mojada pueden atraer los rayos.
- Si estás en una cumbre o en un lugar abierto, no te quedes de pie. No debes ser el objeto más alto del lugar, si llegará a ser así toma una correcta posición corporal.
Es importante tener conocimientos de primeros auxilios
En caso de que alguien sea alcanzado por un rayo, no debemos dudar en socorrerlo. En este tipo de situaciones, la atención médica de un profesional se convierte en prioridad, por lo que lo ideal será contactar con un servicio de emergencia.
Consideraciones importantes:
- Es posible que la tormenta continúe, tenemos que trasladar a la víctima a un lugar seguro. Si estamos en un terreno abierto, el lugar más bajo será ideal.
- No debemos tener miedo de asistirlo, la descarga eléctrica entra y sale.
- Las quemaduras suelen ser habituales en manos y pies, también en zonas próximas a cadenas, hebillas, pulseras,etc.
- No olvides cargar el botiquín de primeros auxilios, nos será de gran ayuda ante una eventualidad.
- Si vemos que la persona está inconsciente, comprueba si existe pulso y respiración. La reanimación cardio pulmonar (RCP) podría salvarle la vida.
- Aunque la persona afectada no presente heridas visibles, recuerda que podría tener daños internos y, de igual manera, debe ser asistido por un profesional.
Ten en cuenta que en una situación de peligro de este tipo, nada de lo que lleves valdrá más que tu vida. La montaña siempre estará allí para darte una nueva oportunidad.
