Bicicleta fixie: aprende a andar con piñón fijo

Divertidas, ligeras, simples, de fácil mantenimiento, con una mecánica básica, pero sin frenos. Aprender a andar en una bicicleta fixie, no es tan complicado como parece, pero indiscutiblemente requiere de cierta práctica antes de aventurarse a las calles.

Lo que debes saber antes de subirte a una fixie

Fixie

Aprender a montar en una bicicleta de piñón fijo, o fixie, en realidad no es mucho más complicado que hacerlo en una bicicleta tradicional, pero sí es necesario que antes de aventurarte a la calle sepas en lo que te estás metiendo, pues en este tipo de bicicletas en las que no dejas de mover las piernas mientras estén en movimiento y que no cuentan con un sistema de frenos, es de vital importancia que sepas cómo frenar.

La principal diferencia entre una bicicleta de engranajes fijos con las tradicionales bicicletas de rueda libre, es que en una bicicleta fixie, los pedales se mueven continuamente y sin opción de descanso mientras la bicicleta está en movimiento.

Pero lo anterior no necesariamente es una desventaja, pues una transmisión fixed es mecánicamente más eficiente que cualquier otra transmisión para bicicletas, ya que cuenta con la transferencia directa de energía del ciclista a las ruedas. Por lo tanto, en una “fija” requieres menos energía para mover cualquier engranaje que en una bicicleta con rueda libre, cambios o velocidades.

Su bajo peso es sin duda una de las principales atracciones de la bicicleta de piñón fijo, ya que sin las partes adicionales necesarias para un tren de transmisión con cambios o toda la parafernalia de una bicicleta crucero o de ciudad, y ni qué decir de toda la alta tecnología de una bicicleta de montaña, una bicicleta fixed gear pesa mucho menos que su equivalente con engranajes y algo menos que las bicicletas con single speed o rueda libre.

Aparte de las diferencias técnicas de las fixies como: la falta de velocidades múltiples para hacer frente a terrenos más demandantes, que los pedales no dejan de girar a menos que la bicicleta esté en alto total, y que tus piernas, a falta de sistema de frenos en la fixie, serán la contención con las que detengas la marcha de la “fija”; las bicicletas de piñón fijo también son típicamente más fáciles de reparar que las bicicletas de rueda libre, de ruta y de montaña.

Si deseas montar en una fixed gear, lo primero que debes aprender es a detenerla y por extraño que parezca – y más si ya sabes andar en bicicleta-, tendrás que aprender a arrancar en ella; puedes comenzar por practicar en un área segura antes de salir a la calle y disfrutar del viaje.

Cómo arrancar en una bici de piñón fijo

A diferencia de las bicicletas con rueda libre, en donde puedes acomodar el pedal estando en alto total la bici, en una fixie, no es posible acomodar el pedal para iniciar la marcha. Por lo que será necesario para arrancar desde el alto total que lo hagas de la siguiente manera.

Una vez con la bicicleta entre tus piernas y tú abajo del sillín o asiento, levanta la rueda trasera del suelo para poder situar el pedal del pie con el que te impulsas en alto, y así aprovechar la fuerza de torque que generas. Levantar la rueda trasera del suelo evitará que tu bicicleta se mueva mientras mueves los pedales.

Gira los pedales con el neumático trasero levantado y coloca los pedales en la posición correcta, esto es: con un pedal arriba y el otro abajo.

Una vez que tu pie está listo para dar con fuerza en el pedal, éste se debe de encontrar en posición alta. Te impulsas hacia delante para arrancar la bici y, en el mismo movimiento, te subes al asiento poniendo el otro pie en su pedal correspondiente y listo, la bici arranca usando la fuerza de tu pedaleo.

Cómo frenar en una fixie

No obstante que no es lo más ortodoxo, poner un sistema de frenos en una bicicleta de piñón fijo, es posible, cuando los cuadros lo permiten, pues muchos de ellos están fabricados sin las entradas para instalar frenos, sin embargo, poner uno en la rueda delantera es mucho más factible, en cuyo caso, hay que tener precaución de no aplicar toda la fuerza del frenado para evitar irse de bruces en el momento de la desaceleración.

Si te has decidido por el más puro estilo fixed gear y no utilizarás ningún tipo de sistema de frenos, esta es la forma de usar tus piernas para detener la bicicleta.

Pero no sin antes, que sepas que, para hacer el trabajo más sencillo, tus pedales deben contar con sistema de contacto o clips, correas, jaula, o elementos que te permita estar bien sujeto a ellos para lograr un mejor apoyo y control de los pedales.

El primer método de frenado utilizando tus piernas es dejar de pedalear para ir frenando conforme se agota la inercia de las ruedas.

Relaja los músculos de las piernas hasta que empieces a perder impulso. Tus pedales seguirán girando, pero no empujaran la bicicleta hacia adelante. Esto hará que se frene la bicicleta, pero tomará más tiempo y necesitarás una mayor distancia para detenerte por completo.

El segundo método es poner presión hacia atrás en los pedales para detenerte en una menor distancia.

Haciendo presión con tus pies en los pedales intenta pedalear hacia el lado contrario del que utilizas para avanzar, esto requiere de más práctica y fuerza. Este método más que de frenado es de derrape, porque la bicicleta irá deslizándose sobre la superficie de rodadura hasta detenerla por completo. Es por esa razón que le llaman skid-stop (parada por deslizamiento).

Si necesitas detenerte rápidamente, levántate del  asiento (sillín) y en un movimiento fluido y con fuerza levanta uno de los pedales mientras ejerces presión al otro para llevarlo hacia abajo, en el sentido contrario al que pedaleas para avanzar. Esto hará que la rueda trasera de levante del suelo y frene por completo su marcha, conforme sea necesario, deja de presionar y la rueda volverá a tocar el suelo. Esto se llama skip-stop (parada por salto) y es efectivo para reducir rápidamente tu velocidad.

Cómo controlar la velocidad de tu fixie

Utilizando la técnica del skid-stop, pero en movimientos más cortos podrás regular la velocidad a la que viajas. Si necesitas controlar la velocidad con la que desciendes una pendiente, este es el método, sólo ten en cuenta que deberás a hacerlo alternando de lado el deslizamiento para contar con un mejor control de la bicicleta.

Anticipa tus movimientos y rueda con seguridad

Cuando estás montando una bicicleta fixie, estarás obligado a pensar uno o dos movimientos por delante de automovilistas, otros ciclistas y peatones que se puedan interponer en tu camino, especialmente cuando ruedas por curvas. Aquí de lo que se trata es de darte el espacio suficiente para maniobrar.

Y en el caso de que uses tus piernas como freno siempre debes estar preparado para frenar o ajustar la velocidad de tu marcha en cualquier momento. Recuérdalo muy bien: aquí no hay espacio para distracciones.

Cómo usar los straps de tu fixie de manera adecuada

Las correas o straps, deberán estar montadas en pedales de plataforma, y ajustados de manera que te sirvan de fijación entre tu pie y el pedal para poder ejercer presión en cualquier sentido (adelante, atrás, jalar o presionar), pero con el espacio suficiente para que puedas sacar al menos uno de los pies con la premura que se requiera en un momento que se requiera.  

Selecciona la relación de velocidades adecuada para tu fixie

La relación de velocidad se refiere a la proporción entre el plato y el piñón, y alude a la velocidad a la que las piernas del ciclista dan vueltas en comparación con la velocidad a la que giran las ruedas. Por ejemplo, en el sistema de medición de “desarrollo métrico”, con un plato de 52 dientes, una vuelta completa de las bielas hará girar cuatro veces una rueda con un piñón de 13 dientes.

Para tenerlo más claro: una relación de 52/13 D es grande y proporciona velocidad, mientras que una combinación de 28/28 D es baja y proporcionará fuerza para subir cuestas, aunque sea lentamente.

Entonces, entre mayor sea el diámetro del plato y más chico el piñón necesitarás mayor fuerza para pedalear, pero irás más rápido y entre menor sea el plato y piñón utilizarás menos fuerza de piernas, pero rodarás más lento; puedescalcular tus propias relaciones de acuerdo a cómo equipes tu transmisión.

Foto: Aventon

Los secretos beneficios de montar en piñón fijo

El piñón fijo te pone más fuerte y más veloz

Debido a que la principal característica de la bicicleta de piñón fijo, fixie o fixed –cómo ustedes prefieran–, es que no tiene piñón libre, lo que significa que mientras la bici esté en movimiento los pedales no dejarán de moverse y no podrás dejar de pedalear; así que, a diferencia de una bici de rueda libre, o una bici con velocidades, en una fija realmente tendrás que esforzarte para recorrer cada kilómetro, por lo que es una de las formas más eficaces y rápidas de ponerte en forma.

Aquellos traslados, paseos o rutas que hayas hecho en rueda libre, ahora, no serán tan sencillos en una bicicleta con piñón fijo, porque en tus primeros intentos, destrozarán tus piernas.

Pero te aseguro que tendrás tu recompensa, pues con los kilómetros acumulados la bicicleta fixie te dotará de fuerza y velocidad, te enseñará que un número asombroso de subidas y rutas se pueden pedalear en ella y cuando las hagas en bici de ruta o con rueda libre, tu ataque simplemente será devastador.

La fija te enseñará a estar más alerta al tráfico a tu alrededor

Todo aquel que ha andado en una fija –sin frenos-, habrá oído en alguna ocasión esa curiosidad disfrazada de preocupación de algún conocido: “¿Y cómo frenas?”  Así como un rechazo casi agresivo a tu cordura: «¡Eso es simplemente estúpido, peligroso e irresponsable!»

Sin embargo, precisamente el que no cuente con frenos la bicicleta, y la tengas que detener con la fuerza de tus piernas, te hará estar más alerta y anticipar tus movimiento, y lo más importante, de los movimientos de los demás usuarios de la vía.

Así que, al montar una fixie, o te cuidas para prevenir, porque aquí no hay espacio para distracciones, o te puedes llevar un buen susto.