El Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas contiene la mayor extensión protegida de España y la segunda de Europa. Con más de 200,000 hectáreas de montes, pistas y pueblos tradicionales, es uno de los bosques más vastos de Europa.
Solo las cifras ya inspiran a tomar una bici y zambullirse de pleno en la naturaleza, pero, una vez que leí sobre la aventura de nuestro compañero Miguel en su recorrido por el norte de la reserva, la decisión estaba tomada… Tenía que ir a conocerla por mi mismo.
Además, si te sucede como a mí, que me produce una ilusión tremenda el encuentro con animales, especialmente los más grandes y huidizos, vas a disfrutar como un niño en este parque natural.
En mis primeras 3 horas rodando pude ver una salamandra, un par de gamos, un jabalí, diferentes reptiles, buitres, escuchar el canto del cuco y más.
Debido a las lluvias, encontré un barro pegadizo que hizo el avance imposible, obligándome a abandonar el plan inicial y recalcular sobre la marcha la ruta en la app de Komoot.
Lejos de convertirse en un contratiempo, descubrí pequeñas carreteras asfaltadas que no dudo ni un segundo en recomendaros como una gran alternativa para épocas lluviosas o invernales.
Día 1: Vadillo Castril – Embalse de la Bolera
La ruta comienza en un pequeño parking, a unos kilómetros antes de Vadillo Castril. Sin embargo, dado que el trazado fue rediseñado sobre la marcha, tiene mucho más sentido partir en Cazorla donde encontrarás todo tipo de servicios y es el punto de llegada perfecto para reponer fuerzas.
Vadillo Castril
Desde Vadillo Castril, te adentrarás directo al núcleo sur del parque, remontando el abrupto cañón formado por el nacimiento del río Guadalquivir, hacia el que nos dirigimos. Durante el trayecto serás escoltado por la montaña de roca áspera y de geología caprichosa, bosques de pino negro, decenas de arroyos y torrenteras.
A mí, personalmente, me impresionó la cantidad de agua que corre por doquier en la primavera temprana.
Presta atención, porque en esta zona es donde más animales encontré.
Nacimiento del Guadalquivir
Hacia la mitad de esta primera gran subida del día te toparás con el nacimiento de uno de los ríos más importantes de la península, el Guadalquivir, del Árabe, “Río Grande”. Formado por una torrentera de agua entre rocas, lo cierto es que se podría esperar algo más espectacular. Pero al estar rodeado de tanta belleza por todos lados, pasa un poco inadvertido.
Etapa 13 del GR
El final de esta primera jornada que te propongo es probablemente la más dura y una bici gravel se quedará un poco justa. En este caso los peores tramos los harás descendiendo. Si haces esta sección en sentido contrario, con toda seguridad te tocará echar pie a tierra.
Casita del duende Robustiano
El pequeño refugio, y de sugerente nombre, se encuentra en bastante mal estado. Al momento de mi travesía, no tenía ni ventanas ni puerta. Aun así, yo decidí pasar la noche en él, junto a una hoguera que me permitió secar toda la ropa y recuperar fuerzas.
Si crees que esto no es lo tuyo, como alternativa, a menos de un kilómetro, tienes el Camping de La Bolera.
Ahí va un consejo: carga contigo alguna pastilla de encendido rápido. Te será de mucha ayuda para encender fuego incluso con madera mojada.
Día 2: Embalse de la Bolera – Puerto de Tiscar
Podrás ver que el track sube unos kilómetros hacia el norte siguiendo el trazado del GR, bordeando el embalse de La Bolera para luego dar la vuelta.
Al final de esta zona, cuando comienza el ascenso hacia los campos de Hernán Perea, encontré a dos chicos con bicis eléctricas, que consumieron toda la batería debido al barro.
Si ha llovido y prevees barro, mi sugerencia es evitar el berenjenal y seguir rumbo sur hacia Pozo Alcón.
Caminos de Pozo Alcón
Antes de llegar a la localidad, nos saldremos de la pequeña carretera local para sumergirnos de lleno en los campos de olivo que cubren gran parte de la provincia.
Desde aquí inicia el regreso bordeando el parque natural, rumbo noroeste.
Wild wild west
En esta área se encuentra un pequeño valle labrado por un riachuelo que deberás vadear. El tramo es precioso, con un terreno semidesértico y algunos pequeños cortijos de adobe abandonados. Estos sitios recuerdan a los paisajes del spaghetti western. A mí, personalmente, me teletransportó de vuelta a la Baja California.
Ok, la arcilla rojiza es otra trampa de barro pegajosa. La buena noticia es que el tramo es corto y una deliciosa carretera te espera al final de la “liadita”.
Puerto de Tíscar
Curva tras curva, el asfalto perfecto va ganando altura en suave ascenso, dejando detrás el mar de olivos para encaramarse entre riscos de roca desnuda y bosque. De tanto en cuando, un castillo medieval hace equilibrios al borde de un precipicio y los cortijos custodian olivares que lograron ganar algo de terreno a la montaña.
La pequeña y poco concurrida carretera que corona el puerto de Tíscar, además de todo un placer, está incluida como itinerario seguro para ciclistas por la DGT (Dirección General de Tráfico), con señalización y restricciones de velocidad específicas.
Toda una bendición, especialmente si vienes de pelearte con el barro y caminos pedregosos.
Atalaya del Infante Don Enrique
Cuando planeé el viaje, la idea siempre fue pasar unos días en autosuficiencia, durmiendo en los refugios con los que cuenta el GR. En mi caso, al improvisar la ruta, usé el antiguo torreón para refugiarme de la noche.
Francamente, la pernocta fue terrible, esos días teníamos alerta naranja por fortísimos vientos, que en el collado se aceleran. Si a eso le sumas el efecto aspirador del tubo de la torre, el romántico lugar puede convertirse en un infierno para descansar.
Siempre puedes dejarte caer por el puerto y en menos de una hora llegarás a Quesada donde encontrarás todo tipo de servicios.
Descendiendo del puerto de montaña, abandonarás por unos kilómetros los límites de la sierra, para sumergirte de lleno en los campos de aceituna. Para los que no estéis habituados a este tipo de paisaje, como yo, resultará muy atractiva la trama de puntos verde oliva, cubriendo todas las colinas hasta el horizonte.
Día 3: Puerto de Tíscar – Vadillo Castril
Cazorla
Las casas, todas ellas encaladas de blanco, se apiñan en empinadas cuestas que coronan en el castillo de la Yedra. Detrás, vertical y majestuosa la sierra. A pesar de lo turístico del pueblo, bien merece la visita y a nada que te alejes del centro histórico, podrás tapear y disfrutar del ambiente entre los locales.
Puerto de Las Palomas
Desde Cazorla comienza el ascenso hacia la sierra y de nuevo te encontrarás dentro del parque natural. Esta carretera, a pesar de aparecer como itinerario ciclista, es la conexión principal de Cazorla con la reserva natural, por lo que tiene algo más de tráfico.
Territorio aventura
El barro, la lluvia y el viento hicieron que mi experiencia resultase bastante dura y breve en cuanto a kilómetros dentro de los dominios del parque.
Suficiente para darme cuenta, de que el escenario es perfecto para rodar durante horas en soledad, sentirte completamente inmerso en la naturaleza, disfrutar de encuentros con animales y ponerte a prueba. Ya quiero regresar.
Nivel de la ruta
La verdad es que el nivel de dificultad puede variar dependiendo de las condiciones climatológicas. La primera jornada transcurre dentro de la sierra, con un mix de pistas de grava y secciones BTT que pueden complicarse con mal clima. También los desniveles pueden resultar bastante exigentes.
Sin embargo, las secciones por carretera del segundo y tercer día son mucho más asequibles y agradables. Es importante tener siempre en cuenta que la región es montañosa y que siempre vamos a encontrar desnivel.
La bicicleta ideal para esta ruta
En mi propuesta se combina asfalto y off road, así que una bici gravel con neumático de 42 – 50 mm puede ser una buena opción. Sin embargo, si decides explorar el interior del parque, puedes agradecer algo más robusto.
Información (muy) útil
En Komoot encuentras geolocalizados los refugios, fuentes y otros puntos importantes, pero desde la Federación de Montaña Andaluza y Española han editado un mapa y PDF súper útil que te dejo aquí.
También puedes conseguirlo físicamente en cualquier punto de información del parque.
Precauciones
Ten en cuenta que la zona es realmente extensa y solitaria. Cualquier eventualidad (como complicaciones con el clima o un accidente) deberás afrontarla solo y sin cobertura para el teléfono. Por lo tanto, recomendaría hacer la ruta en compañía o con un mínimo de experiencia en montaña.
Como lo mencioné, descendiendo una de las pistas encontré a dos ciclistas tiritando junto a una hoguera de emergencia, húmeda y raquítica. Se habían quedado sin batería en sus BTT eléctricas por el barro y llevaban horas bajo la lluvia y el frío con una equipación demasiado justa.
Fotografía Álvaro Teixeira
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