Según cifras de organizaciones ciudadanas en los últimos tres años, 113 ciclistas han muerto en las calles de la zona metropolitana de Guadalajara; en este 2013 en las primeras seis semanas murieron seis ciclistas. Desde hace tres años, asociaciones civiles integradas principalmente por jóvenes se han encargado de colocar, con recursos propios, bicicletas blancas en los sitios donde los ciclistas han caído, como una forma de mantener la memoria urbana de lo que ocurre en las calles.
El 14 de Febrero fueron colocadas dos bicicletas más. Ése día, cumplió años Guadalajara, también san Valentín, pero parecía un jueves cualquiera. Desde la mañana la ansiedad me exigía dejar la casa, la oficina y la rutina. Necesitaba salir y respirar un poco de aire fresco (por así decirlo), quemar unas cuantas calorías y aclarar mi mente. Hacia el mediodía una amiga publicó en las redes sociales una invitación de varias organizaciones sociales para ir a una protesta y colocar las bicis blancas.
La cita era a las 4.00 pm en el Parque Rojo en el cruce de la Calzada Federalismo y la Av. Juárez. Llegada la hora, apagué la computadora y me uní a la protesta. Recorrí los seis kilómetros desde mi oficina entre el tráfico normal de la ciudad, bajo el aún ardiente sol de la tarde. Como cualquier otro día, las ramas, baches, autos mal estacionados y vehículos y camiones que rebasan por la derecha, peligrosamente cerca, me hicieron contener la respiración y apretar los dientes mientras me aseguraba de mantener el equilibrio.
En el Parque Rojo nos agrupamos junto a la entrada de la estación del tren ligero, bajo las miradas de las estatuas de Carranza y Madero. Las bicis blancas serían colocadas en las esquinas de Federación y Mariano Jiménez y la de Circunvalación y la calle Platón, donde cayeron respectivamente Javier Donoso Venegas de 47 años y Cristian Cortés Duarte de tan sólo 14 años. Mientras esperábamos la hora de salida nos repartimos los mensajes de protesta: ‘Exigimos Respeto’, ¡Ni una bici blanca más!, ‘6 semanas, 6 ciclistas muertos, nada que celebrar en Guadalajara’, ‘Cada semana una víctima ¿Quién sigue?’
Una patrulla se detuvo y un oficial se aproximó para hacer algunas preguntas a los organizadores. Rápidamente se convenció de que los ciclistas somos entes inofensivos en este ecosistema vial, así que después de realizar algunas notificaciones por radio se alejaron. Algunos automovilistas reducían la velocidad para observarnos, no podían resistir la curiosidad que les despertaba ver a un puñado de locos enfundados en sus cascos y chalecos reflejantes… ¿Quiénes son estos que insisten en usar la bici en la ciudad?… algunos, ¡Habrase visto!… ¡Lo hacen a pesar de tener auto!
No cerraríamos las calles, más que una ‘manifestación clásica’, la protesta resultó en algo más parecido a un cortejo fúnebre con esporádicos gritos de: ¡Ni una más! Tomaríamos un carril de diferentes calles a lo largo de los 12 km de recorrido que incluía una breve parada frente al palacio municipal de Guadalajara para leer un comunicado.
Iniciamos la ruta e inmediatamente fuimos víctimas del tráfico. Éramos poco más de cincuenta ciclistas. Nada mal para un día hábil después de la comida. Ya no éramos ciclistas solitarios. Un ciclista puede esquivar los autos que normalmente están paralizados en el tráfico, inexorablemente encuentra el camino para avanzar; en bici la ciudad se vuelve sumamente permeable. Ahora éramos un modesto contingente que no se podía dar el lujo de dejar atrás a ninguno de sus miembros. Para cruzar Federalismo tuvimos que esperar cinco semáforos entre los autos y camiones y por supuesto su smog.
Rodamos hasta quedar frente al palacio de gobierno y a un costado de Catedral. Monroy leyó el comunicado y al finalizar gritamos a coro alzando el puño ¡Ni una más!… el contingente siguió frente a la rotonda de los y las jaliscienses ilustres, bajamos por Juan Manuel hasta la Calzada Independencia.
Llegamos a la primera esquina. Estacionamos nuestras bicicletas haciendo uso de las lánguidas banquetas. Se abrió la ventana de una casa y un joven me preguntó: ¿Vienen a poner la bici blanca? Sí, contesté y le indique quienes eran los organizadores. No lo sabía, pero él era uno de los hijos de don Javier. Estaba triste, pero entero. Fuerte. Fue él quien subió a la escalera y ayudado por su hermano subieron la bicicleta y la lona donde se daba cuenta del accidente que le costó la vida a su padre. Fue un momento emotivamente doloroso. Los camiones seguían pasando por la calle estrecha. Monroy leyó nuevamente el comunicado.
No era un ambiente festivo. Seguramente ninguno de nosotros conocimos a las víctimas en turno, pero ser ciclista urbano es ser parte de un grupo, casi de una comunidad. Como ciclistas somos vulnerables y sabemos que esto nos une independientemente de cualquier condición que nos pueda separar. Sabemos lo que es vivir la ciudad en bici como alternativa al auto o el transporte colectivo. Somos conscientes de la gravedad de la situación y que lo mismo nos puede pasar a cualquiera de nosotros en la siguiente rodada.
La peregrinación prosiguió. Llegamos a lo que parecería una esquina cualquiera, pero la señora que vende flores en la esquina nos explicó: ‘¿Ven esos dos postes? Ahí, en la esquina, es donde el camión aventó al niño’… la gente pasaba normal, con prisa. Ignorando la muerte la vida pasa rápido, a veces demasiado pronto… y es que 14 años son muy pocos. Nuevamente, llamando la atención de los transeúntes y vecinos, la bici blanca fue colocada y el comunicado leído una vez más. Los organizadores agradecieron nuestra presencia y nos dirigimos de nuevo al Parque Rojo. Poco a poco el contingente se fue diezmando pues cada quien tomaba la ruta más conveniente a su siguiente destino.
Es difícil saber que ahí, en el mismo sitio donde estuvimos parados, en las mismas rutas que rodamos, don Javier y Cristian agonizaron y murieron. Es un sentimiento sobrecogedor e imponente, ver las bicicletas en lo alto convierte esos sitios en lugares sagrados.
Las de don Javier y Cristian no son tragedias vinculadas al crimen organizado. Ellos no fueron víctimas anónimas de los ‘ajustes de cuentas’, ni cayeron a manos de criminales que tienen en las actividades ilícitas su forma de vida. Cualquiera que se siente detrás de un volante puede convertirse en un verdugo incidental. No fueron víctimas de criminales, pero de igual forma corren el riesgo de volverse solamente en una estadística si no hacemos algo.
Nunca podemos ser demasiado cuidadosos al ir por la calle, especialmente como ciclistas, pero también es cierto que sólo al estar en la calle los ciclistas dejaremos de ser invisibles a los ojos de los conductores y las autoridades. Claramente nos falta educación y cultura vial, tanto a los ciclistas como a los conductores… de hecho, es absurdo hacer ésta diferenciación porque en esencia ciclistas y automovilistas somos (o podemos ser) los mismos. ¡Es tan barato tener un auto y una licencia! Además de nuestra caótica falta de cultura vial, las calles reflejan la pasividad y la indolencia del sector público. Uno de los roles del gobierno es, en teoría, velar por los intereses del débil para darle oportunidades y condiciones mínimas para su desarrollo, sobre todo cuando sus intereses son amenazados por aquellos de los poderosos. Las calles muestran todo lo contrario, poco o nada se ha hecho desde la esfera gubernamental para proteger al peatón y al ciclista frente a los ‘rinocerontes’ de metal que anárquicamente deambulan por la ciudad. Poco han hecho las autoridades para ofrecer una red de ciclovías seguras y un sistema de transporte colectivo eficiente y competitivo.
Las bicis blancas son fantasmas que nos persiguen. Son un doloroso testimonio de la indiferencia social y la irresponsabilidad con que se ha conducido la política de transporte y movilidad en nuestras ciudades. Falta dar el brinco y darnos cuenta de que la bicicleta no sólo es un juguete recreativo o un aparato para ejercitarnos, es una opción real y cada vez más necesaria para movernos en la ciudad como parte de nuestras actividades cotidianas. Todos, pero particularmente las autoridades, debemos crear las condiciones de seguridad e incentivos para conservar y promover el uso de la bicicleta sin que necesitemos colocar una bicicleta blanca más, porque algo es seguro: los ciclistas no nos vamos a ir.
COMUNICADO
Cumpleaños de Guadalajara, Nada que Celebrar
Guadalajara, Jal. 14 de febrero, 2013.
Emilio González Márquez
Gobernador del Estado de Jalisco
Jorge Aristóteles Sandoval Díaz
Gobernador electo del Estado de Jalisco
Desde el 29 de diciembre del 2012 a la fecha han pasado 7 semanas desde que inició el año 2013 y han fallecido 7 ciclistas en el Área Metropolitana de Guadalajara. El pasado 7 de febrero murió en el hospital la cuarta víctima de accidentes en los que participa el transporte público, un niño de 14 años de edad, Cristian Abraham Cortés Duarte, que el pasado 4 de febrero fue atropellado por un camión de la ruta 25 en la colonia Villas de San Juan, en Guadalajara. De acuerdo con los testigos, el menor circulaba a bordo de una bicicleta por la avenida Circunvalación, y al llegar al cruce con la calle Platón, la unidad de transporte público lo atropelló.
El día 11 de febrero Javier Donoso Venegas, de 48 años, falleció atropellado por la unidad 706 de la ruta 258-B, perteneciente a la Alianza de Camioneros.
Y además por consecuencia de lesiones provocadas por un accidente del transporte público S-1201 de la ruta 51 placas 717-649-G, el pasado 26 de enero en Tonalá, el niño Miguel Lucano Balvaneda, de 13 años, falleció el día 15 de febrero en el Hospital Civil de Guadalajara.
Desde que inició el proyecto de Bicicleta Blanca se han instalado 112 bicicletas, de las cuales el 35% han sido colocadas por accidentes que involucran al transporte público.
El gobierno del Distrito Federal nos ha puesto el ejemplo en fechas recientes, con la suspensión de la ruta 60 responsable de la muerte de la ciclista Ilse Mariel Alonso Leal. Nos avergüenza que nuestras propias autoridades sean incapaces de dar una respuesta similar a la trágica situación que enfrentamos. Es evidente que el problema radica en la ausencia de un lugar para la bici en el reglamento de tránsito como un vehículo mas en las calles, que les dé derechos a l@s ciclistas y protección a peatones, mientras que tampoco el reglamento existente se hace cumplir a cabalidad.
Ninguna de las acciones, programas, inversiones y construcción de obra pública para el ciclista urbano o peatón garantizarán la seguridad pública, si la Secretaría de Vialidad no cumple y hace cumplir el Reglamento que marca la ley de los Servicios de Vialidad, Tránsito y Transporte del Estado de Jalisco, de forma estricta y sin excepciones. Estamos hartos de la tibieza con la que hasta ahora se ha conducido la Secretaría de Vialidad. ¿Cuántas muertes más se necesitan para que la policía cumpla y haga cumplir el Reglamento?
Exigimos instalar de forma inmediata una mesa de trabajo con la Secretaría de Vialidad y Transporte para:
- Modificar el reglamento de tránsito y se le dé su lugar a la bicicleta como un medio de transporte en las calles,
- Que se modifiquen las condiciones laborales de los choferes de transporte público, que pasen de pago por comisión pasaje a un pago de cuota fija para terminar las dinámicas de ganar pasaje que eso obliga a los chóferes tratar de llegar primero a las esquinas donde toman pasaje.
- Que se haga una revisión de las unidades de transporte público para comprobar que los reguladores de velocidad estén operando.
- Retirar las concesiones de aquellas rutas que no cumplan con lo marcado en la Ley de los Servicios de Vialidad, Tránsito y Transporte.
- Que sea obligatorio cursar un taller de educación vial para los choferes de transporte público.
- Que se garantice la convivencia segura entre autos, camiones y bicicletas en las principales avenidas de la ciudad, particularmente en aquellas donde están señaladas ciclovías y donde existe un flujo de ciclistas.
Esperamos una pronta respuesta de su parte, al correo info@gdlenbici.org o al teléfono 15629230.
Atentamente,
GDL en bici
Ciudad para todos
Femibici
Tonalá en Bici
Biciverso
Tour Velo
Metropolitano en bici
Divercicla
Webones bike
Perlas bike
Red Nacional de Ciclismo Urbano (Bicired)
Visiklkticxs (Puebla)
Ruedas del Desierto (Comarca Lagunera, Durango y Coahuila)
Pueblo Bicicletero (Monterrey)
MXLiBiCi (Mexicali)
Fudacion Tlaloc (Toluca)
Saca la bici (Queretaro)
Bicitekas A.C (D.F.)
Cholula en Bici (Colula)
Bicivilizate (Morelia)
Cicloturixes (Merida)
Bicidentes Anarcletos Mx (D.F.)
Bicicalidos (Aguascalientes)
Cletas Verdes (Estado de Mexico)
Vida sobre ruedas (San Luis Potosi)
C.C.:
Diego Monraz Villaseñor.- Secretario de Vialidad y Transporte
Ramiro Hernández García.- Alcalde de Guadalajara
Ismael del Toro Castro.- Alcalde de Tlajomulco de Zúñiga
Héctor Robles Peiro.- Alcalde de Zapopan
Jorge Arana Arana.- Alcalde de Tonalá
Alfredo Barba Mariscal.- Alcalde de San Pedro Tlaquepaque
Joel González Díaz.- Alcalde de El Salto
Sergio Ramón Quintero González.- Alcalde de Ixtlahuacán de los Membrillos
José Pastor Martínez.- Alcalde de Juanacatlán»
Texto y Fotografías: Arturo Balderas Torres.