Rutas gravel en Madrid - Bicicleta Gravel

3 espectaculares rutas gravel en Madrid

La capital de España es mundialmente conocida por sus museos, sus edificios emblemáticos, sus teatros… Pero a pocos kilómetros de la gran urbe, hay otro Madrid.

Las 3 rutas que os presento, brindan la oportunidad de acercarse a las maravillas que se ocultan detrás de las calles asfaltadas de esta gran ciudad. Una manera de desconectar de la semana laboral y realizar escapadas de fin de semana sin tener la necesidad de depender del coche.

Este conjunto de rutas, tienen un mismo punto de partida, Rivas Vaciamadrid, municipio limítrofe y que está comunicado con Madrid por metro, la línea 9 para ser precisos. 

Todas recorren la zona este de Madrid, centrándose en el recorrido de sus ríos, ricos en flora y fauna. Si sois aficionados a la ornitología, podréis disfrutar de gran variedad de aves migratorias según la época del año y de otras que ya se han asentado en estas zonas húmedas.

Los paisajes también variarán notablemente dependiendo de la época. Esto es un atractivo para poder repetirlas en las distintas estaciones del año.

Yo realicé estas rutas en agosto, con un clima seco, que ronda entre los 38 a 39 °C diurnos y las cosechas de cereal recogidas de hacía un mes.

1. Ruta de las Vegas

El 20% es asfalto, 80% pistas de grava.

Lugares de interés

  • Morata de Tajuña: Famosas sus palmeras de chocolate, incluso se celebra la “feria de la palmera” a principios de diciembre.
  • Vía verde del Tajuña: Las vías verdes son antiguas vías del tren que se han acondicionado para su uso peatonal y en bicicleta. Esta va desde Arganda del Rey hasta Ambite, en un total de 49 kilómetros.
  • Chinchón: Uno de los pueblos más bonitos de España. Su plaza mayor, de planta circular, se utiliza en sus fiestas como plaza de toros. Una plaza con edificios de 3 alturas llenas de balcones, desde donde se tiene las mejores vistas de la plaza.
  • Aranjuez: Bañado por el río Tajo, en donde se practican distintos deportes de remo. Su principal atracción es el Palacio Real de Aranjuez, Patrimonio Mundial de la Unesco. Sus jardines son parte de su encanto.
  • Búnkers: Todavía quedan algunos de la batalla que tuvo lugar en 1937 en esta zona del río Jarama, que lleva su mismo nombre. Se pueden visitar, están abiertos, alguno ha sufrido algún tipo de vandalismo como pintadas.

Comencé a las 7 de la mañana, la claridad dibuja el horizonte y comienza a amanecer. Nada más al cruzar la A3 por el antiguo puente sobre el Río Jarama, cojo una pista de tierra. Los conejos se cruzan delante de mí, corriendo asustados de un lado al otro del camino, por encima de unos árboles secos se divisan unos nidos de cigüeñas, sobre los que se encuentran sus dueños.

Mi primera parada es en Morata de Tajuña, después de descender 7 kilómetros por la Vía Verde del Tajuña. Siempre que paso por aquí entro al pueblo y me dirijo a por uno de mis dulces favoritos, las palmeras de chocolate.

Agosto es un mes de festejos en la mayoría de estos pueblos, sus calles permanecen valladas para la celebración de los encierros. Algo muy común en esta zona, ya que tienen una gran tradición taurina.

La zona de las Vegas, tiene extensiones de cultivo tanto de secano como de regadío, aprovechando el agua de los ríos Tajuña, Jarama y Tajo. Algunos cultivos que me fui encontrando fueron principalmente maíz y distintas variedades de hortalizas de regadío. A lo largo de la ruta también te cruzarás con olivos, viñedos, trigo, girasoles, melones, entre otros cultivos de secano. Por todo esto, a mí me gusta llamar a esta zona, el huerto de Madrid.

Llego al punto más alto de la ruta, Chinchón. Este pueblo posee el distintivo de uno de los más bonitos de España. Calles adoquinadas, edificios pintorescos lo convierten, sin duda, en un buen lugar para una parada.

Rutas gravel en Madrid - Chinchón

Las pistas de tierra empiezan a descender en dirección sur, en busca del Río Tajo. Aquí bajarás con un ojo puesto en el camino y otro en el paisaje, ya que la vista panorámica merece la pena. Siempre que he pasado por estos rumbos quedo maravillado con la gran extensión de olivares que se dibujan delante de mis ojos.

Sin darme cuenta, llego a Aranjuez, bañada por el Río Tajo, uno de los más importantes de España. Campos y campos de cultivo embriagan mi vista. Algunos agricultores venden sus propios productos sin intermediarios. Los fines de semana las colas para comprar productos del campo en estos lugares son abundantes.

Rutas gravel en Madrid - Aranjuez

Este es el punto más al sur de la ruta, la vuelta será remontando por el Río Jarama. Si las piernas están cansadas, tienes la posibilidad de subirte al tren y volver a casa sobre raíles.

En esta zona, hace casi 90 años, tuvo lugar una de las batallas que cambiaría el curso de España, la batalla del Jarama. Todavía quedan vestigios de la misma. Según voy avanzando, me voy encontrando con búnkers que fueron construidos para la defensa de la zona.

En San Martín de la Vega aprovecho las pistas que existen a lo largo del canal artificial, que se construyó para el regadío de los cultivos y que comienza en la Presa del Rey.

En esta ruta cabe la posibilidad de iniciar en la estación de metro de Rivas Urbanizaciones o Rivas Vaciamadrid y así reducir unos 15 kilómetros por el pueblo.

Esta ruta sería perfecta para un fin de semana. Si así lo prefieres, recomendaría dividirla en dos jornadas y pasar la noche en Aranjuez, para poder visitar el Palacio Real y sus jardines.

Recomendaciones para hacer la ruta de las Vegas

Realice la ruta con una bicicleta de gravel con 44 de ancho de neumático y tubelizadas. 

Al no pernoctar no es necesario llevar ningún tipo de equipaje. Yo simplemente llevé un par de botes de agua y algo de fruta. Los repuestos que siempre llevo, una cámara, mechas, bomba de aire, multiherramienta, eslabón y desmonta cubiertas. Echar protección solar, sobre todo en verano.

Si la realizara en dos jornadas me llevaría una bolsa de bikepacking trasera con una muda para el segundo día y algo cómodo para visitar Aranjuez y sus monumentos.

Agua y comida es fácil de conseguir, ya que las poblaciones que vamos atravesando tienen fuentes y algún bar o supermercado. Es importante tener en cuenta que a partir de Titulcia no encontraréis más agua en el camino.

2. Ruta del Valle de Henares

El 20% es asfalto, 70% pistas de grava y 10% pistas con un poco de piedra. Totalmente ciclable.

Lugares de interés

  • Cerro del Viso: Vista panorámica de la ciudad de Alcalá de Henares, ciudad natal del autor de Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes. Desde el otro lado del cerro, vistas de las pistas por donde vamos a seguir la ruta.
  • Torres de Alameda: Pequeño pueblo de la campiña del Henares. La iglesia de la Asunción merece una visita. Edificio del siglo XVI que se encuentra en la plaza del pueblo. Podremos disfrutar de un buen desayuno en la plaza con las vistas de su pórtico de 7 arcos.
  • Loeches: Aquí también se puede hacer parada para avituallarse y visitar la iglesia de la Asunción de Loeches, que a lo largo de los años ha sido reconstruida como consecuencia de un incendio.
  • Puente del tren de Arganda: Recientemente remodelado para poder cruzarlo en bicicleta, andando y compartir uso con el tren a vapor que lo transita en determinadas fechas. Se trata de una atracción turística para visitar la laguna del Campillo.
  • Laguna del Campillo: Es una laguna artificial, cuyo origen es consecuencia de las excavaciones que se realizaron en la zona para sustraer grava durante las décadas de los 60 y 70. En la actualidad es lugar recreativo, para pesca deportiva y observatorio de aves migratorias y otras residentes en la zona del acuífero.

El punto de partida y de llegada es el mismo, ya que es una ruta circular, parada de metro Rivas Urbanizaciones.

Después de un tramo de carretera llegamos al Río Jarama, el cual cruzaremos por un puente peatonal, el puente del Moco. A escasos 300 metros de este punto, el Río Henares desemboca en el Jarama.

Rutas gravel en Madrid - árboles quemados

Continúo pedaleando por la margen derecha de este afluente camino al Cerro del Viso. Una pena lo que me encuentro, un incendio reciente ha ocasionado la pérdida de algunos ejemplares de arboleda de esta zona, como lo son los olmos, sauces y álamos.

La subida al Cerro del Viso, representa la mayor dificultad de la ruta a nivel físico. Unos dos kilómetros de subida por una pista serpenteante, rodeada de pinos, te puede hacer bajar de la bicicleta y empujar unos metros. Sin embargo, el esfuerzo se verá ampliamente recompensado con las vistas que te esperan en la cumbre.

Los árboles van desapareciendo del paisaje, según nos vamos acercando a Torres de Alameda. Los campos de cultivo de cereal van cogiendo protagonismo. Pistas anchas y rodadoras hacen que disfrute de esta zona, llevando mi imaginación a la Toscana italiana.

Loeches es la siguiente población que cruzaremos en nuestro camino, para volvernos a encontrar con el Río Jarama y regresar al punto de partida.

Este último tramo es el de mayor dificultad técnica. Desde que cruzamos el puente del tren de Arganda, la pista se vuelve un poco pedregosa, poniendo tu destreza a prueba. Pero según vayamos subiendo, la vista de la Laguna del Campillo será más espectacular, tras haber pedaleado junto a su orilla.

Durante unas 4 horas me he olvidado de que vivo en una gran ciudad, con su ruido y su estrés.

Recomendaciones para hacer la ruta del Valle de Henares

Realicé la ruta con una bicicleta de gravel con 40 de ancho de neumático y tubelizadas. 

Al no pernoctar no es necesario llevar ningún tipo de equipaje. Yo simplemente llevé un par de botes de agua y algo de fruta. Recuerda llevar lo necesario para salir de apuros. En mi caso, los repuestos que siempre llevo: una cámara, mechas, bomba de aire, multiherramienta, eslabón y desmonta cubiertas. También recomiendo echar protección solar, sobre todo en verano, hay pocas zonas sombreadas.

3. Ruta del Río Jarama

El 30% es asfalto, 70% pistas de grava.

Lugares de interés

  • Río Jarama: La pista que va pegada al río es perfecta para pedalear relajadamente y poder disfrutar del paisaje de árboles, aves revoloteando de una orilla a la otra y algún conejo que se irá cruzando.
  • Antiguo camino Madrid – Burgos: Pistas de grava muy anchas y perfectas, rodeadas de encinas y algunos árboles frutales como higueras. Perfectas para rodar con una bicicleta de gravel.
  • El Molar: Punto para abastecernos tanto de agua como de comida y visitar sus pequeños monumentos como la iglesia de la Asunción. 
  • Acueductos del Atazar: Fueron construidos para transportar el agua del Río Lozoya hasta Madrid. 
  • Atalaya del Berrueco: Aparte de apreciar esta torre de vigía musulmana, también hay unas vistas espectaculares del embalse del Atazar. 
  • El Atazar: Pueblo de casas de piedra. El punto de encuentro es la plaza de la constitución, presidida por la iglesia de Santa Catalina y una fuente casi en la parte central, donde podrás reponer tus botes.
  • Cárcavas: Formaciones que se originan como consecuencia de la erosión del agua en la tierra. 

Arranco con el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a mi izquierda, a mi derecha el Río Jarama. Pedalear por una pista de grava llana, me permite ir observando la constante entrada y salidas de aviones del aeropuerto.

Enlazo una pista con otra, algunas muy anchas y rodadoras, con encinas a los lados, sin coger prácticamente nada de asfalto y así me planto en El Molar. Me acerco a un supermercado para aprovisionarme lo que queda de camino y meter algo de comida al cuerpo. Algo de fruta, gazpacho, un bocadillo y unas galletas.

Mi objetivo es el pueblo de El Atazar, conocido por su presa sobre el Río Lozoya y que es el encargado de suministrar agua potable a los madrileños a través del Canal Isabel II. El canal recibe su nombre en honor a la reina que reinaba en España durante su construcción en el siglo XIX.

Las pistas del canal que me llevan hacia el embalse son un continuo tobogán, por donde se puede disfrutar de los 11 acueductos construidos para llevar el agua a Madrid.

Rutas gravel en Madrid - Acueducto

Antes de llegar al embalse del Atazar, me encuentro de frente con la Atalaya del Berrueco, una torre vigía construida por los musulmanes para la defensa del territorio.

A pocos metros de aquí hay un pequeño “refugio” y una fuente. Lugar perfecto para pasar una noche. El refugio es abierto, tiene solo tres paredes, es decir, es abierto pero techado.

Después de bordear la presa del Atazar llego al pueblo con el mismo nombre. Con menos de 100 habitantes, se encuentra en un entorno privilegiado, lejos de los ruidos y las prisas de la gran ciudad. Para vehículos solo hay una carretera de acceso, para salir se tiene regresar por la misma carretera.

Rutas gravel en Madrid - Atazar

No será mi caso, pero existe una pista que desciende entre un bosque de pinos hasta llegar al cauce del Río Lozoya. Siguiendo la ruta propuesta, habrá que cruzar sus aguas cristalinas por encima de unos grandes bloques de granito colocados para ello y así evitar mojarnos.

En la otra orilla se encuentra el segundo y último refugio de mi camino, el refugio de Navarejos. No tiene ni puertas ni ventanas y el suelo es de tierra, pero es otra opción para pasar una noche bajo techo.

El continuo cambio de paisajes hace que la ruta se pase rápido. Después de atravesar una zona boscosa y húmeda, se presenta ante mí una zona erosionada por el agua, formando las llamadas cárcavas.

La luz del atardecer crea sombras sobre estas formaciones y les hace deslumbrar más belleza con ese contraste de colores.

Rutas gravel en Madrid - Carcavas

El Río Lozoya ya ha desembocado en el Río Jarama, mis pedaladas continúan por la otra margen del río para cerrar esta ruta. Los campos amarillos, sin cereal, vuelven a cautivar mi mirada.

Se dibujan relámpagos en el horizonte, una tormenta veraniega se acerca, las primeras gotas empiezan a caer. Miro hacia el cielo y encima de mí está despejado, pero la nube viene pisando los talones. Tengo suerte y la dirección del viento hace que se aleje y solo me han caído cuatro gotas.

Rutas gravel en Madrid - Pistas gravel

Recomendaciones para hacer la ruta del Río Jarama

Realicé la ruta con una bicicleta de gravel con 40 de ancho de neumático y tubelizadas. 

Esta ruta, al ser tan larga, sería ideal hacerla en dos etapas. Teniendo la posibilidad de pernoctar en uno de los dos refugios que hay en el camino o también hay la posibilidad de alojarse en El Molar o en Patones.

Para pasar la noche en uno de los refugios, en función de la época del año en la que la realices, en mi caso en verano, simplemente llevaría, saco, esterilla y plumas por si la noche refrescará más de lo habitual.

Siempre que llegues a una población es aconsejable reponer agua, podéis pasar entre 30 y 40 kilómetros sin poder aprovisionarse.

Fotografía Javier García Reboredo

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