Santuario del Tallat

3 rutas en bici de fin de semana en Catalunya – con mucha historia

En esta ocasión aprovecho para compartir tres rutas muy especiales que discurren por tres provincias catalanas. No solo pedaleamos por nuevos senderos y caminos, sino que vamos a la búsqueda de monasterios y castillos medievales que fueron coetáneos en el siglo XII.

Ciclista junto a cabaña de piedra seca

Tarragona: la Ruta del Cister a pedales (ruta de 2 o 1 jornadas)

En esta ruta podrás descubrir los tres monasterios cistercienses más importantes y mejor conservados de toda Catalunya. Es un itinerario creado con mucho mimo, fruto del esfuerzo colectivo para promover el atractivo cultural y turístico de la zona. Aunque poco conocida, la zona alberga tres tesoros arquitectónicos, uno de ellos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Barcelona: el Castillo de Boixadors (ruta de 1 día)

La pandemia nos ha hecho descubrir joyas escondidas muy cerca de la capital Catalana. Esta es una ruta accesible en tren desde Barcelona y en la que podrás visitar un castillo que se remonta al siglo XI y gozar de unas vistas privilegiadas. Los caminos que te llevan hasta la fortaleza te trasladan a un ambiente prepirenaico, develando numerosos monumentos naturales a tu paso.

Girona: el Castillo gótico de Montsoriu (ruta de 1 día)

La provincia de Girona te brinda como siempre otro magnífico recorrido que discurre por carreteras y pistas de gran calidad, albergadas entre fabulosos bosques de alcornoques. El recorrido enlaza distintos lugares de interés, como la iglesia de Sant Llorenç de Gaserans o la parroquia de Sant Gabriel de Grions, coincidiendo con un tramo de otra atrayente ruta ciclista, La Tourdera.

Ruta 1 – Tres tesoros arquitectónicos a tu alcance en Tarragona

  • Duración: esta ruta la puedes hacer en 1 o 2 jornadas.
  • Tipo de terreno: prácticamente transcurre en su totalidad por pistas forestales, en general en buen estado, pero con algún tramo con piedra suelta o técnico.
  • Dónde dormir: si decides hacer la ruta en dos días, te recomiendo salir de Rocafort y dormir en el albergue Jaume I, en les Masies de Poblet. Goza de un entorno natural privilegiado, es económico y cuenta con espacio para guardar bicis.
  • Dónde comer: el bar Cal Mosso en Santes Creus, en Montblanc tienes muchas y buenas opciones, el Café de Vallbona es un buen punto para recuperarse y el bar La Mircla de Rocafort ofrece menú casero. Verás pues, que no es necesario cargar con demasiados extras, simplemente, calcula bien tus reservas.
  • Visitas obligadas:
    • Real Monasterio de Santes Creus – ¿sabías que aquí yacen los únicos reyes de la Corona de Aragón cuyos restos han permanecido intactos hasta hoy? Su momento álgido fue entre los siglos XIII y XIV, por su estrecha relación con la nobleza y el linaje real. Eso le proporcionó su gran esplendor, muy disputado con el de Poblet.
    • Real Monasterio de Santa Maria de Poblet – te impresionará su conjunto arquitectónico. Se trata del monasterio cisterciense habitado más grande de Europa y de la ruta. Conserva casi todas las construcciones originales y mantiene una comunidad activa de monjes que permiten realizar un retiro con ellos. No en vano, en 1991 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
    • Monasterio de Vallbona de les Monges – de dimensiones reducidas, pero dotado de una belleza singular, es el único monasterio femenino de la ruta y el único que ha conservado su comunidad, casi ininterrumpidamente, durante más de 850 años. Sin duda, es el exponente más claro de la importancia de la mujer en la época medieval.

Como no podría ser de otra forma, iniciamos esta primera ruta en mi pueblo natal: Cabra del Camp. Esto la alarga un poco comparada con La Ruta oficial, ¡pero menudo lujo salir pedaleando desde la puerta de mi casa! Desde Cabra del Camp avanzamos hasta llegar a Mas del Plata y allí enlazamos con el trazado original de la Ruta del Cister.

Monasterio Santes Creus
Monasterio de Santes Creus

Llegamos rápidamente al primer monasterio, el de Santes Creus, por terreno fácil y llanero. El monasterio se nos descubre tímidamente tras unos viñedos, por lo que es recomendable dejarlo un poco atrás para tener una excelente panorámica de todo el complejo.

Tras la foto de rigor, seguimos nuestro recorrido, siendo testigos de la maestría con la que se construyeron las estoicas cabañas de piedra seca que salpican el paisaje y que antaño cobijaron a sus campesinos. De la placidez de este tramo, pasamos a enfrentarnos al primer collado del día, el Coll de Coloma.

En general, la subida es progresiva y llevadera, recompensándonos con unas asombrosas vistas que se extienden hasta el mar. Recuperamos el aliento y seguimos sin dificultades hacia la ciudad de Montblanc, atravesando uno de los pocos bosques que nos reserva la ruta, ya que mayoritariamente, se abre paso entre viñedos y campos de cultivo característicamente mediterráneos.

Tras remontar las calles que rodean sus murallas, empieza un buen tramo de subida, así que detente y tomate un respiro, adéntrate en sus calles para sentir el espíritu medieval que rezuman. Además aquí encontrarás numerosos servicios para reponer fuerzas.

Desde aquí toca sudar un poco más, hasta llegar a Les Masies de Poblet. Si decides dividir esta ruta en dos días, este sería un buen lugar para dormir, ya que dispone de un albergue bikefriendly.

Monasterio de Santa Maria de Poblet
Monasterio de Santa Maria de Poblet

Superado un núcleo de casas, descubrimos con emoción el segundo tesoro del día, el fabuloso Real Monasterio de Poblet. De nuevo, los viñedos son guardianes del enclave. ¡No hará falta que te expliquen por qué es patrimonio de la UNESCO!

Seguimos la ruta plácidamente unos kilómetros más, hasta que iniciamos la subida al collado del Cap de Coll, rodando por uno de los pocos tramos de carretera que encontraremos. En este punto, decido improvisar y aprovechamos para subir hasta el Santuario del Tallat, un extra que no sumará mucho tiempo a tu ruta.

Santuario del Tallat
Santuario del Tallat

Empezamos la bajada que nos lleva hacia la tercera joya del día, el monasterio de Vallbona, el único habitado por monjas. Justo antes, tendremos un corto tramo que pondrá a prueba nuestras habilidades sobre dos ruedas… ¡y menuda panorámica nos regala!

A partir de aquí, iremos ganando desnivel otra vez hasta el pintoresco pueblo de Forès, que como un faro, se alza sobre una colina para ser avistado desde las comarcas vecinas. Pero ¡eh, agárrate bien al manillar! Encontramos un tramo pedregoso antes de alcanzarlo.

Monasterio de Vallbona
Monasterio de Vallbona

Tras una larga bajada, llegamos a Rocafort de Queralt, el punto de inicio de la Ruta Cister por excelencia. Tras dejarlo atrás, encontrarás la subida más difícil de toda la ruta. Dejarla para el final, comprensiblemente, no es elección de muchos. Pero hemos venido a jugar, así que, tras un breve receso, volvemos a darle a los pedales.

La subida a Comadeverd ciertamente es dura, y echamos pie en un pequeño tramo. Pero la enorme satisfacción al culminar el ascenso, casi en el ocaso, borra todo el cansancio. Una vez arriba, decidimos añadir una última variante al track.

Conocemos algunos senderos locales y nos lanzamos a buscar uno que pasa cerca de la cima de El Cogulló, ¡un balcón fantástico! Con mucha precaución, descendemos a pie algún tramo, no queda más que disfrutar al máximo de los últimos minutos sobre la bici. Finalmente, cerramos el círculo y terminamos la ruta en 11 horas, ¡reto superado!

Ruta 2 – Descubriendo perlas cerca de Barcelona

  • Duración: ruta circular de un día.
  • Tipo de terreno: a pesar de que prácticamente la mitad de la ruta discurre por terreno pavimentado o asfaltado, no es una ruta tan fácil. Eso junto con los senderos reservados para el final, justifica que lleves una (sencilla) bici de montaña.
  • Comida y agua: Es necesario que lleves suficiente agua y comida, puesto que no encontrarás poblaciones ni fuentes prácticamente en todo el recorrido.
  • Visitas obligadas:
    • Bosque de la Rovira – te fascinará sumergirte en sus frondosos pinares de pino rojo. Forma parte del magnífico espacio de interés natural de la sierra de Castelltallat, de relieve suave y conformado por un verdadero mosaico de gran riqueza natural.
    • Castillo de Boixadors – lo encontrarás en el extremo occidental de la sierra de Castelltallat, ubicado en una posición privilegiada. Documentado ya desde 1015, fue relevante en tiempos de la reconquista.
    • L’Alzina Grossa (la encina grande) – difícilmente encontrarás un ejemplar que compita en belleza con este, junto al Mas Querol, que además es uno de los mayores representantes de la especie en Catalunya. El lugar cuenta con un agradable espacio de picnic donde podrás descansar.

La ruta parte de la ciudad de Manresa, centro geográfico de Cataluña, a la que hemos llegado en ferrocarril debido a las restricciones de movilidad por la pandemia. A pesar de las buenas previsiones, a medida que nos acercamos a la ciudad, pasamos de una mañana soleada a adentrarnos en fría niebla y llovizna, por suerte vamos bien equipadas.

Empezamos saliendo ágilmente de la ciudad a través de calles y polígonos, pero pronto encontramos un tramo de navegación dudosa. Bajamos con cuidado por el lateral de una carretera y después, atravesamos una finca industrial abandonada. Tras ladear un par de enormes bloques de hormigón que cortan el camino, comenzamos a dudar del track, ¿Qué más nos espera? ¡Si solo llevamos 5 km! No hay alternativas, pero por suerte vemos otras trazadas de bicicleta. Eso nos anima a seguir y… acertamos, lo que viene después no os defraudará.

Llegamos por asfalto hasta Els Manxons, donde empezamos a pedalear por un camino de tierra siguiendo la ruta de la sal, bien muy preciado que durante años fue motor económico de la zona. La pista nos lleva a Antius, una antigua colonia textil con su imponente casa solariega, vigilando a lo lejos.

Rutas en bici cerca de Barcelona

Mientras tanto, la niebla se levanta y ya vamos entrando en calor con el inicio de la gran cuesta del día, unos 700 m de desnivel que sortearemos en unos 20 km. Afortunadamente, la subida es por caminos en buen estado, con algún tramo en el que tendrás que poner todo tu empeño.

Pero no temas, los parajes por los que transcurre la ruta son un gran aliciente y hacen la subida muy llevadera. Vamos ganando altura y la vegetación cambia. Nos adentramos en bosques prepirenaicos de una belleza soberbia ¡Qué maravilla nos ofrece la sierra de Castelltallat!

Seguimos subiendo hasta alcanzar de nuevo una idílica carretera, que pasa al lado del observatorio astronómico y que abandonamos poco después del Coll de Coaner. Por fin, un poco más adelante, iniciar un agradable descenso por una pista muy cómoda que resigue una amable cresta.

Cómo no, el camino nos regala unas vistas deliciosas a ambos lados. Vamos divisando pequeñas ermitas y aldeas, imaginando nuevas rutas que nos lleven a ellas. Finalmente, avanzamos rápido hasta los pies del castillo de Boixadors, el objetivo del día.

Una vez coronado el monte sobre el cual reposa, decidimos descansar y comer en el privilegiado balcón que nos brinda el lugar. Mientras, aprovechamos para tomar unas fotos, escuchamos de fondo un guía local contando la historia de la fortificación y saludamos a otros ciclistas que van llegando.

El calor se empieza a sentir, y tras el merecido reposo, retomamos la ruta. De nuevo en bajada principalmente y con más carretera, nos dirigimos hasta Cal Pallares, pasando junto al viejo Molino de Boixados, que se deja ver tímidamente.

Pedaleamos de nuevo por pistas rodadoras en medio de bosques de pino, que nos refrescan y nos vuelven a cautivar. Cerca de Fonollosa, develamos otra de las maravillas de la ruta, l’Alzina Gran (la encina grande), un majestuoso ejemplar de unos 15 m de altura y con un imponente tronco de más de 4 m de diámetro, probablemente, de las más grandes de Catalunya.

Seguimos avanzando hacia la capilla de Santa Maria del Grau y de nuevo por pistas asfaltadas, llegamos sin dificultades a Monistrolet, donde destapamos la sorpresa final. El recorrido de este tramo nos lleva por unos senderos sorprendentemente bonitos y algo técnicos que juguetean con la riera de Rajadell, pasando por la curiosa fuente de la Girada y el encantador Gorg Blau (poza azul).

Finalizamos cómodamente la ruta, entrando de nuevo a la ciudad de Manresa por el paseo del río. Aprovechamos para brindar por la magnífica jornada mientras esperamos el tren.

Ruta 3: El magnetismo de Girona

  • Duración: ruta circular de un día.
  • Tipo de terreno: prácticamente toda la ruta discurre por pavimento, asfalto, o buenas pistas de gravilla.
  • Comida y agua: Es necesario que lleves suficiente agua y comida, sólo hay una población grande a mitad de ruta, Arbúcies, donde te podrás avituallar.
  • Visitas obligadas:
    • Ermita de Santa Bárbara este pequeño santuario del siglo XVI te cautivará por las fabulosas vistas panorámicas que te ofrece. No es de extrañar que el sitio sea elegido para alzar el vuelo por algunos aficionados al parapente.
    • Castillo de Montsoriu – visitarlo te permite evocar cómo era la vida en una de las grandes fortalezas góticas de la mediterránea, la que fue la residencia-palacio de los vizcondes de Cabrera. Además, su estratégica ubicación lo convierten en un mirador privilegiado.
    • Fortaleza y murallas de Hostalric – la visita no defrauda, y es que con razón, en 1963 fueron declarados Bien de Interés Nacional. Se conserva casi en su totalidad el que fue uno de los conjuntos monumentales más notables de la época medieval catalana, presidido por una imponente fortaleza militar.

En esta ocasión, salimos de la ciudad amurallada de Hostalric, donde también podemos llegar en tren. Dejamos para el final la obligada visita al castillo de la localidad, ubicado sobre un antiguo volcán. Será la guinda que culminará esta ruta repleta de historia.

La primera parada del día será en Sant Feliu de Buixalleu, pequeña población a la que llegamos ascendiendo progresivamente entre comodísimas pistas y asfalto, no sin antes sortear alguna dificultad (en Komoot encontrarás la ruta editada para evitar un gran salto de valla…). El municipio cuenta con una bonita y cuidada parroquia del siglo XI, pero no con servicios, o por lo menos no durante la pandemia.

Seguimos, y en poco tiempo alcanzamos la ermita de Santa Bárbara, erigida en el punto más alto del municipio, regalándonos una magnífica panorámica desde su privilegiada posición.

A pesar del desnivel acumulado, la ruta sigue siendo placentera y rodadora. Transcurre por buenos caminos de tierra que se abren paso entre los característicos bosques de alcornoques.

Tras la ermita, no volveremos a cruzar ningún otro poblado hasta llegar a Arbúcies. En este punto, tomamos un merecido descanso antes de afrontar el asalto al castillo de Montsoriu, que ya hemos divisado nada más salir de Hostalric.

El ascenso se torna un poco más empinado y en algún tramo, se convierte en sendero, añadiendo diversión a la ruta. Antes de llegar al castillo, pasamos por el parking donde los autos son obligados a estacionar, puesto que los últimos kilómetros de pista están cerrados a los vehículos a motor. Es tarde, así que no encontramos a ningún visitante al alcanzar la cumbre y podemos gozar de nuestra fugaz visita sin acompañantes.

El Castillo de Montsoriu o también llamado de Montsoliu (monte solitario), se considera una de las fortalezas góticas más imponentes de la Corona de Aragón, y es que ciertamente, es un enclave con magnetismo. El castillo, apostado sobre un prominente y aislado monte, luce su característica y solemne torre que se distingue desde lejos. Al verlo siempre me decía “un día voy a subir allí”. ¡Lo que no imaginaba era que lo haría por primera vez montada en una bicicleta!

Las vistas desde el castillo son fabulosas, pero tras deleitarnos con su historia (que encontrarás explicada en distintos paneles), hacemos la promesa de volver para visitarlo y abandonamos Montsoriu. Todavía nos queda camino por recorrer y otras bonitas iglesias que contemplar antes de cerrar el círculo.

Ciclista entrando a Hostalric

Llegamos a Hostalric y la ruta aprovecha los últimos metros para subir hasta su fortaleza y dar una vuelta por las murallas. Merece la pena el esfuerzo final, ¡te sorprenderá ver Montsoriu por última vez!

Preparativos para estas rutas en bici por Catalunya

La mejor temporada hacer estos recorridos

La mejor época del año para pedalear por estas zonas es la primavera, cuando podrás gozar de estas rutas con los cinco sentidos. En pleno verano, el calor puede ser francamente un gran inconveniente.

Las tres rutas son de distancia y desnivel considerables, analiza el tiempo que necesitas para cada una de ellas y gestiona bien tus fuerzas.

La bicicleta ideal para estas tres rutas

Bicicleta btt en mirador

Cualquiera de estas rutas las puedes hacer con una bicicleta rígida de montaña sin muchas prestaciones, puesto que técnicamente, no tienen tramos demasiado exigentes, o bien, estos son cortos. Te puedes atrever con una gravel para las rutas de Girona y Barcelona, ya que, en estas dos, hay más carreteras y pistas que invitan a ello, a pesar de ciertos tramos menos adecuados para este tipo de bici.

Fotografía Mireia Rovira Forné

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