Ruta de Alto Tajo en bicicleta

Parque Natural del Alto Tajo – una microaventura de fin de semana

La zorra y las gafas

El cortísimo atardecer invernal, apenas nos había dado tiempo de reconocer el terreno del vivac improvisado y mucho menos de reparar en ella, que con toda seguridad ya debía andar merodeando.

Fue en plena oscuridad, juntando algo de leña para la hoguera cuando vislumbramos, a menos de 4 o 5 metros, los dos ojillos atentos, reflejando la luz del frontal.

Alto Tajo Parque Zorro

La zorrita, lista como ninguna, debió intuir por nuestra emoción al verla, que peligrosos no éramos, que olía a comida rica y que además teníamos un montón de objetos extraños y brillantes.

No tardó ni 10 minutos en tomarse las confianzas y en tenernos babeando y diciendo cosas como, ayyyy mira como se sienta; ooowww como bosteza ¡pero que moooona!…

Excursión a Alto Tajo

Y es que claro, con esa carita nos ganó lo suficiente, para bajar la guardia y que se intentara robar el filtro de agua, diera buena cuenta de las cortezas de queso que habíamos tirado detrás de unos arbustos y se llevase para siempre unas gafas graduadas de Silbia.

El Tajo, de aguas cristalinas y turquesas, serpentea escoltado por un largo y profundo cañón poblado de vida formada por bosques, un buen número de aves de todo tipo y mamíferos como la nutria, el corzo o el zorro, como nuestra pequeña ladrona.

Alto Tajo en bicicleta

En este paraje, parque natural protegido, que por momentos me recordaba algunas de los parques de la costa oeste de los EEUU o la Patagonia Chilena, hemos trazado una ruta circular perfecta para una microaventura de viernes por la tarde a domingo.

La zona es ideal para BTT o Gravel (cañero) y es fácil encontrar pistas de tierra, grava y caminos señalizados por GR y PR, amén de formar parte de los dominios del proyecto Montañas Vacías. Todo ello bien documentado en Komoot y desde donde podrás adaptar y rediseñar la ruta a tu gusto.

En nuestro caso tuvimos que redirigir el rumbo sobre la marcha, ya que las lluvias en esta zona, crean verdaderas trampas de arcilla y barro pegajoso. Pero que no te quepa duda, que a pesar de salir al asfalto, esta ruta tiene grandes dosis de aventura, soledad y pura naturaleza. De hecho, apostaría a que el encuentro de, mínimo un zorro y algunos corzos está asegurado. Vamos a ello.

Parque Natural del Alto Tajo día 1

Puente de San Pedro

La ruta comienza (y termina) en el puente de San Pedro, aquí encontrarás un amplio y tranquilo parking, donde dejar tu vehículo, además de buen acceso al río, que depende de la época, puede convertirse en un final de etapa con baño refrescante estupendo.

Alto Tajo en bicicleta

Abandonando el puente, enseguida tomarás una pequeña carretera local que asciende por unos 6 kilómetros. Primero hasta Villar de Cobeta y luego hasta Buenafuente del Sistal.

Buenafuente del Sistal

El monasterio, anclado en un sereno valle y con una atmósfera llena de paz y magia, cuenta con una hospedería donde dan ganas de retirarse unos días y desconectar del mundo.

BUENAFUENTE DEL SISTAL Alto Tajo

Nosotros continuaremos incorporándonos al GR10 (en realidad si sigues el track verás que tomamos un desvío equivocado que nos saca del camino señalizado por 5 km. Te recomiendo que simplemente sigas las indicaciones del GR.)

GR10

El siguiente tramo discurre sobre el GR10, que combina pistas, con single tracks y con senderos de piedra impracticables, donde te verás obligado a echar pie a tierra. Una fantasía de ruta, súper aislada y donde avistamos cada dos por tres, ciervos y corzos.

Nuestro plan era llegar hasta el refugio del Hundido de Armallones, pero fue imposible por la acumulación de barro y lo penoso del avance. De cualquier modo, si decides hacer noche en el refugio, planifica suficientes horas, porque aunque parezcan pocos kilómetros, son muy exigentes, particularmente con suelo húmedo.

Puente de Tagüenza

Imagina una escena en la que un par de Hobbits descienden a trompicones una senda perdida entre rocas, que se dirige hacia un estrecho desfiladero rodeado de bosque y pequeñas praderas. Al fondo, salvando un río profundo, transparente y de aguas heladoras, un pequeño puente de piedra conecta una orilla con otra. En los alrededores no hay ni rastro de humanos.

Pues así sentimos la épica llegada al puente, donde improvisamos nuestro vivac de emergencia y nos encontramos con la preciosa zorrita. Una noche bastante movida, con lluvias y un tarp de emergencia en mal estado pero en un entorno absolutamente privilegiado.

Parque Natural del Alto Tajo día 2

Tras amanecer con gran parte del equipo mojado, nos tomamos la mañana con mucha tranquilidad, desayunando y secando los sacos al sol intermitente, para continuar empujando la bici senda arriba.

No te preocupes, esto dura poco más de un kilómetro. Una vez alcanzado el collado puedes continuar (ya por pista ancha), hasta el mencionado refugio Hundido de Armallones o bien, desviarte hacia el pueblo de Huertapelayo como hicimos nosotros para evitar el barro.

Carretera de Huertapelayo

La pequeña carretera local gana altura entre monte y cultivos donde, una vez más, tendrás la oportunidad de ver animales. Mantente atenta a la salida de Huertapelayo, justo después de salir del túnel excavado en la roca, en uno de los cortados de la izquierda habita una familia de cabras montesas bastante fáciles de localizar.

Refugio libre de la Sima de Alcorón

La pequeña carretera de huertapelayo desemboca en una carretera un poco más grande pero igual de vacía. Desde aquí volvemos a intentar avanzar por el entramado de pistas entre pinares, que se convierten, una vez más, en trampas de barro mezclado con agujas de pino que nos bloquean las ruedas cada pocos metros.

En nuestro caso, después de las tormentas nocturnas, el barro y unas nubes que amenazan con nieve, decidimos acortar drásticamente la etapa y aprovechar para quedarnos en el refugio que se levanta junto a la espectacular Sima de Alcorón, abierta al público y que bien merece la pena la visita.

Por cierto, ahí va un truco. Aunque el refugio no tiene fuente cercana, en lo más profundo de la caverna, mana un agua deliciosa y fresca, eso sí, para descender no olvides llevar una frontal o cualquier otra luz.

Parque Natural del Alto Tajo día 3

Peñalén

Dejamos el refugio de piedra (que suerte tenemos de poder disfrutar de estos refugios en tantos espacios naturales de nuestro país) para dirigirnos a Peñalén, donde podrás tomar un buen desayuno y cargar pilas para la etapa reina de esta aventura.

Camino natural del Alto Tajo

El descenso desde Peñalén anticipa el tipo de terreno para el resto del día. Si como nosotros has decidido hacer la etapa en época lluviosa, la pista que te acompañará el resto del día es de arena compactada y por lo tanto, libre de arcilla y barro. Perfectamente ciclable.

La pista acompaña el descenso del río, que ha esculpido el espectacular cañón. Tras cada curva descubrirás una “postal” más bonita que la otra.

Paredes verticales horadadas por decenas de cuevas, escalones de roca blanquecina por los excrementos de las buitreras, pináculos y “esculturas” de roca ciclópeas, bosques de pinos agarrados a laderas verticales y el siempre presente azul intenso del río. (En ocasiones el río cambia el azul turquesa por un azul lechoso. Eso se debe a las lluvias y las filtraciones de las cercanas minas de caolín)

La bicicleta ideal para esta ruta

Depende bastante de los tramos, en ocasiones una BTT solucionaría mejor la papeleta, pero en general, una bici tipo gravel es perfecta.

Preparativos

Estás en una región bastante deshabitada (un par de bares en Peñalén y poco más). Necesitarás llevar contigo los alimentos que vayas a consumir durante los 3 días. Te sugiero mantener la simplicidad y llevar comida deshidratada (no como nosotros), vas a agradecer la ligereza en los tramos de “empujing”.

comida cicloturismo

Temporada

La temporada ideal para realizar esta ruta puede ser cualquier fin de semana del año en el que no haya llovido demasiado previamente. Eso sí, en verano precaución extra con el agua, pues algunos manantiales pueden encontrarse secos. A nosotros, el filtro de agua nos solucionó el vivac del primer día.

Fotografía Alvaro Teixeira

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